Un
toquecito de humor!!!...
Una
viejita va al supermercado y pone en su cesta las latas más caras de comida para
gatos. Ya en la caja, le dice a la cajera:
Yo
sólo compro lo mejor para mi gatito.
La cajera le responde:
Lo siento, pero no podemos venderle comida
para gato sin que compruebe que tiene un gato. Muchos ancianos compran comida
para gatos y luego, por necesidad, ellos mismos se la comen. La gerencia
necesita una prueba de que realmente usted tiene un gato.
La anciana se va a su casa, toma a su gato, lo
mete en un maletín y regresa al supermercado para comprobarlo. Le venden las
latas.
El dia siguiente, la misma viejita va al súper
y compra 12 galletas para perro. La cajera le exige la prueba de que tiene un
perro, aduciendo que muchos ancianos llegan a comerse la comida para
perro.
Frustrada, la viejita va a su casa y regresa
con su perro; al fin, le venden las dichosas galletas.
Un día después la señora regresa al súper, y
lleva una pequeña caja con un hueco en la tapa. Al entrar, se acerca a la cajera
y le pide que meta un dedo en el hueco de la tapa. La cajera dice:
No... quizá usted tenga ahí una serpiente.
La anciana le asegura que en la caja no hay
algo que muerda.
Entonces, la cajera mete el dedo... e
inmediatamente lo retira y le grita a la viejita:
¡Guacala... Esto es popò...!
La viejita, con una sonrisa de oreja a oreja,
le dice a la cajera:
Es cierto, querida. Y
ahora... "¿puedo comprar cuatro rollos de papel higiénico?"