Un hombre, con catarro, va a la farmacia y pide un medicamento para la tos.
El dependiente le da, por error, un laxante, y el enfermo paga y se va.
No mucho después, el dependiente se da cuenta de su error,
y sale corriendo ara buscar al cliente, al que encuentra
agarrado a una farola.
-¿Qué le pasa? -le pregunta-
-Tengo muchas ganas de toser, pero...no me atrevo.