Este es el Dios o Naturaleza de
Spinoza.
El Himno de los
agnósticos...
Dios hubiera
dicho:
-Deja ya de estar rezando y
dándote golpes en el pecho!
Lo que quiero que hagas es que
salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
- Quiero que goces, que cantes, que
te diviertas y que disfrutes de todo lo que he
hecho para ti.
- ¡Deja ya de
ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que
dices que son mi casa.
Mi casa está en las montañas, en los
bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi
amor por ti.
- Deja ya de culparme de tu vida
miserable, yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o
que tu sexualidad fuera algo malo.
El sexo es un regalo que te he dado
y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me
culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.
- Deja ya de estar leyendo
supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes
leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos
de tu hijito ¡No me encontrarás en ningún libro!
- Confía en mí y deja de pedirme
¿me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?
Deja de tenerme tanto miedo. Yo no
te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro
amor.
- Deja de
pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice... yo te llené de
pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de
incoherencias... de libre albedrío.
¿Cómo puedo culparte si respondes a
algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el
que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos
que se porten mal por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de Dios loco puede
hacer eso?
-Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo
de leyes, esas son artimañas para manipularte, para controlarte que sólo crean
culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo
único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta
sea tu guía.
-Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un
paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es
lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre,
no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador,
nadie lleva un registro.
Eres absolutamente libre para crear
en tu vida un cielo o un infierno.
- No te podría decir si hay algo después
de esta vida pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si
esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
-Así, si
no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di.
- Y si lo
hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy
a preguntar ¿Te gustó? ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿que
aprendiste? ¿que aportaste a tus prójimos?
- Deja de creer en mí, creer es
suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas
en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amado, cuando arropas a tu
hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando ayudas a quien lo necesita, cuando
te bañas en el mar.
- Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra
crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te
sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones,
del mundo, dando de tí. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?
¡Expresa tu alegría!
Esa es la forma de alabarme.
- Deja de complicarte las cosas y de
repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que
estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para
que necesitas más milagros? ¿Para que tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me
encontrarás. Búscame dentro... ahí estoy latiendo en ti: soy LA VIDA!, TU
VIDA!!