Los lunes: ese día de la semana
...
A pesar de todo: vale la pena,
por tantas razones, mantener el optimismo: mucho depende de ello y, además, es
de justicia.
La Maestra Thompson: bello y
estimulante ejemplo de reconocimiento de los propios errores.
Bendecido: sin duda alguna y de
continuo por Dios, aunque no sepamos darnos cuenta.
La oración: que, sin temor a
exagerar, es lo más importante –¡lo único!– que nos vale la pena de cada
día.