...Hay días que son azules y tranquilos, con las aguas acogedoras, deliciosas. ..
.Otros días son nublados, con grandes tempestades, aunque cuando parece
que el océano te va a devorar nace un nuevo día lleno de sol y calor.
...Navegamos en medio de este océano.Somos lanchitas pequeñas,
pero grandiosas. Cada lancha tiene su timón.
...En ti esta tomar hoy mismo el timón de tu vida. Sabes, el rumbo que
deseas seguir. Sabes que para llegar a tu meta tendrás que atravesar
-como todos- grandes tormentas de todo tipo.
Sin embargo, tienes el timón en tus manos. Como todo marinero,
debes saber manejar el timón. Diariamente tenemos que ir
gobernando el timón; debemos tomar determinaciones, decisiones,
para enderezar nuestra vida. Nos topamos con personas que
nos arrastran a cosas no convenientes de diferentes tipos:
conversaciones que dañan nuestra mente tranquila, ideas negativas
para nuestro vivir. Hay que tomar el timón de nuestra nave y no
dejar que nos aparten del equilibrio moral y espiritual.
Tendrás que tomar decisiones. Tómalas con la seguridad de
que nada te aparte de tu camino, de tu meta. Cometemos
errores y de ahí vienen nuestras depresiones y nuestra agresividad.
Cuando encuentres en tu vida gente agresiva y que solo ve lo
negativo de los demás, discúlpalas, perdónales de antemano.
Son personas que no han sabido llevar el timón de su vida.
De ti depende la felicidad, solo de ti... Entonces, vive
intensamente el momento presente. Concentra todo tu ser en lo
que haces y no temas al futuro.
El faro de Dios te cuida y te protege siempre!
Si te acostumbras a ser claro en tus decisiones, si posees principios sólidos, si tienes las ideas claras, si sabes lo que realmente quieres para tu vida, tendrás el éxito al alcance de tu mano.
Y no olvides que el camino se hace cada día, con paciencia y constancia. Recuerda lo que dijo el poeta: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar".
Y así, poco a poco, vas construyendo el edificio de tu vida, tu vivienda interior, el palacio donde te recrearás interiormente. Y serás el ejemplo de otras vidas, de otros hombre y mujeres, de cuantos viven a tu lado.
Entonces, el proyecto de tu vida habrá merecido la pena y te sentirás orgulloso de ti y de los tuyos...
Animo, ¡¡no te rindas!! Y mañana, vuelve a empezar donde hoy quedaste. ¡¡Adelante, siempre adelante, levantándose en cada caída, sonriendo en cada triunfo, absorbiendo cada lágrima en las derrotas, pero siempre volviendo a empezar!!
Superando siempre los obstáculos, saliendo más fuerte de los mismos. Arriesgando en la lucha, para saborear el placer de la victoria.
No olvides nunca, que después de la tormenta vuelve a salir el sol... Y por muy oscura y triste que esté la noche, siempre llega el amanecer !