Carta sobre la Madre
Ésta es
la carta de un hermano a otro en un día cercano al día de la
madre.
Querido
hermano,
Ser
mamá es una tarea complicada, pero los hijos, a pesar de ser mayores, la hacemos
más difícil. Piensa en esto:
Ella
nos enseña a sentirnos valiosos e inteligentes, y lo hace tan bien, que después
nos creemos mucho más inteligentes que ella.
Todo lo
que tiene nuestra madre es parcialmente nuestro, todo lo que tenemos los hijos
es totalmente propio.
La mamá es para muchos la responsable de todo lo
que no funciona en nuestra vida.
Ella,
como tal, nos debe perdonar aun las ofensas más graves. Nosotros, como hijos, la
resentiremos y la juzgaremos durante años, aun por
pequeñeces.
Los
hijos podemos opinar con todo el derecho sobre lo que hace, deja de hacer o
debería hacer, pero le exigimos con firmeza que respete nuestra privacidad y
autonomía.
Es
común que tengamos al alcance de la mano la lista de lo que, a nuestro juicio,
hizo mal o dejó de hacer por nosotros, pero pocas veces recordamos concretamente
todo lo que nos dio, ayudó y benefició.
Con frecuencia le reprochamos no
haber expresado su afecto por nosotros en la manera que esperábamos y usamos
esto como pretexto para no demostrarle lo que sentimos de una forma que ella
realmente perciba. (Tiene que ser ella la culpable.)
Los
defectos los heredamos de ella y las cualidades las tenemos a pesar de
ella.
Ella se
quitó el pan de la boca para darnos la mejor educación posible y ahora nos
sentimos más refinados que ella.
Queremos que nuestra madre sea una muy buena abuela, que esté pendiente
de sus nietos, pero que no se meta con la educación de nuestros
hijos.
Nos
gusta que nuestra madre se sienta agradecida con nosotros porque decidimos, sin
consultarle, lo que consideramos mejor para su vida. (Probablemente es lo más
conveniente para nosotros.)
Agradecidos con mamá, en el día de la madre, de afán le compramos una
tarjeta barata, un regalo cómodo y la invitamos a comer nuestra comida
favorita.
Y en
unos años nos quejaremos de lo desagradecidos y duros que son nuestros hijos con
nosotros.
P.D.:
Por favor no le muestres esta carta a mamá.