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General: RELACIONES TOXICAS
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De: SCCHEREZADA (Mensaje original) |
Enviado: 11/05/2011 19:58 |
Relaciones tóxicas
Una relación tóxica es aquélla en la cual
una o las dos personas sufren mucho más de lo que experimentan dicha y placer
por estar juntos.
Si estás inmerso (o inmersa) en un vínculo de pareja que te produce mucha
pena y desdicha y poca alegría y buenos momentos, que en ciertos momentos te
hace sentir que de algún modo llegas a desdibujarte como persona en pos de
mantener una armonía o una comunicación ficticias, es bien probable que formes
parte de una relación tóxica. Determinarlo te será de suma utilidad para
desactivarla y acceder a una vida emocional más satisfactoria.
Una
relación tóxica es aquélla en la cual una o las dos personas sufren mucho más de
lo que experimentan dicha y placer por estar juntos. Uno de los integrantes (y
en algunos casos ambos) se ven sometidos a un gran desgaste por tratar de
sostener la relación. Este tipo de vínculos provocan más insatisfacción que
felicidad, y la sensación de bienestar que pueden proporcionar en escasos
momentos es muy efímera ya que para vivenciarla es necesario silenciar o pasar
por alto ciertas cosas que, de darles la importancia que efectivamente tienen,
causarían un profundo dolor e incluso llegarían a poner en peligro la
continuidad de la pareja. Ten presente que nada bueno puede surgir de uniones
entre personas que generan actitudes y emociones lacerantes que nublan tu
capacidad de alcanzar la plenitud emocional que te mereces.
Las
relaciones ideales entre las personas son ganar-ganar. Una relación tóxica nunca
puede catalogarse como tal, son de ganar-perder y, en muchos casos, las dos
personas involucradas pierden. Si tú eres quien en estos momento se está
planteando si el vínculo que te causa insatisfacción y momentos desagradables es
de esta índole, piensa si hay comportamientos tóxicos involucrados. Si de a
ratos preferirías no estar con esa persona porque te hiere y te entristece
visceralmente, si utiliza mecanismos tales como la culpa, el sarcasmo y la burla
para manipularte, si mina tu autoestima y tu capacidad de que decidas de manera
individual lo mejor para ti, si has llegado al punto de no reconocerte a ti
mismo, entonces eres parte de una relación tóxica y eres tú quien sin dudas
pierde en esta forma de comunicación despareja.
¿Qué nos lleva a
involucrarnos en relaciones tóxicas? Hay diferentes razones, a continuación
detallo las más usuales:
• La baja autoestima:
Si nuestras
creencias están basadas en sentir que no somos merecedores de la atención, el
respeto o el amor de otra persona, quien aparezca será considerado (o
considerada) nuestra tabla de salvación, a la que nos aferraremos con uñas y
dientes porque sin esta persona, ¿quién nos querrá? O ¿quién pagará nuestras
cuentas? O ¿quién nos cuidará?
• El creernos salvadores.
Fantasear que nosotros podemos cambiar a esa persona, que hemos llegado
a su vida para que se transforme en otra clase de ser humano, mejor, más como
nosotros queremos que sea, suponer que con nosotros se comportará de una manera
diferente a la que suele hacerlo, que lograremos que se operen modificaciones
impensadas, son caminos de ida hacia el sufrimiento. Podemos ayudar a que otras
personas cambien rasgos de su personalidad que les molesten, siempre y cuando se
den cuenta de que este cambio los favorecería, decidan hacerlo y además quieran
que los ayudemos. Lo que sí tenemos es la capacidad concreta de lograr que se
produzcan cambios asombrosos en nosotros mismos si así lo deseamos: esta
capacidad es innata, por lo que nada ni nadie podrá privarnos de ella nunca. Es
sólo cuestión de tomar la decisión de hacerlo y poner manos a la obra.
•
Asumir el rol de víctimas.
Quién nos va a querer o a aceptar como esta
persona que se digna a darnos ratos de su tiempo, o a convivir con nosotros, en
definitiva, a darnos momentos su (mala) compañía cuando le place. El asumir este
rol implica que estaremos generando (o aceptando) a una persona que se
comportará como victimario.
• La urgencia de muestras de cariño:
Este tipo de deseo imperioso es muy mal consejero, y se suma a la
necesidad de suplir carencias profundas. A veces da como resultado el tolerar
cualquier cosa por un poco de lo que atisbamos como cariño (una demostración de
afecto, sexo, un regalo), pero que en realidad encubre otro comportamiento de
fondo (uso, abuso, egoísmo, maltrato, falta de respeto, etc.).
• Estar
acompañado a cualquier precio:
El miedo a la soledad es el paso
preliminar hacia una posible relación tóxica ya que, vuelvo a mencionarlo,
toleraremos literalmente cualquier cosa con tal de no estar solos. Considero que
no hay mayor sensación de soledad agobiante que el creer que uno está acompañado
por alguien que le va a hacer bien cuando esto en realidad no es así y esa
persona no sólo no cumple con nuestras expectativas más esenciales sino que
atenta (con marcado éxito) contra nuestra calida de vida. ¿Cómo confiar en
alguien que demuestra que no quiere nuestro bien? (Aunque diga otra cosa).
• El aburrimiento:
La búsqueda de nuevas sensaciones, de una
manera de alejarnos de la monotonía o de la rutina puede hacer que sólo veamos
una faceta de la personalidad de quien nos atrae, la divertida y agradable que
nos saca del letargo en el que estábamos, y no logramos visualizar el resto de
la personalidad de quien nos atrae, en la cual hay comportamientos tóxicos que
en un principio no identificamos. Encontrar a alguien que tiene gustos similares
a los nuestros es muy bueno – ¡enmascarar una relación tóxica no lo es! Una vez
inmersos en un vínculo de esta índole, se nos dificulta salir porque creemos
falsamente que volveremos al aburrimiento inicial…. ¡esto depende enteramente de
nosotros! Hay muchas personas que comparten nuestros gustos y sueños que no
precisan crear un vínculo tóxico para relacionarse.
• El rol social:
La necesidad imperiosa de cumplir algún rol social, como por ejemplo el
de esposa/o, madre o padre tal vez pueda llegar a hacernos priorizar el fin
antes que ver a la persona que elegimos como realmente es. Algunas veces
tratamos por todos los medios posibles de enmascarar la realidad para seguir
manteniendo las apariencias y la estructura social, aunque el costo interno
suele ser demasiado alto.
• El miedo a seguir avanzando en la vida:
Si tenemos un vínculo con una persona que nos pone frenos o nos cercena
en nuestro crecimiento y nos estancamos en cierta área de nuestra vida (ya sea
personal, laboral, espiritual o profesional) ¿no somos nosotros mismos quienes
aceptamos quedarnos en una zona conocida en vez de crecer, desarrollarnos,
cambiar y superarnos? Tal vez ésta ha sido tu ganancia secundaria y por eso has
sostenido este tipo de comunicación por más tiempo del que quisiste o creíste
poder soportar. |
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De: AMY 03 |
Enviado: 12/05/2011 23:55 |
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