A veces me pierdo entre ilusiones y fantasías. Tampoco pasaría nada por evadirme un ratito y viajar por distintos mundos de mi interior e intercambiar sueños con espíritus, duendes y hadas, pero... ¡shhhhhhhhhhh,! Que no nos oigan los “normales”, porque condenarían nuestros sueños y nos llamarían locos. Todos soñamos y sólo algunos realizan esos sueños, y cuando esto sucede el mundo entero se siente cobarde. Y nos castigan, por ser diferentes, por vivir nuestros sueños, por ser más valientes...
Sólo unos pocos quedan libres, no temen al “dedo acusador de farsas”, los niños...
¿Recordáis cuando no teníamos miedo a vivir todos esos mundos que nos ofrecía la inocencia, la pureza de ser niños?
Me gustò y se los envìo.
Mara
Lilith Design
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