¿Rendirse ó
Luchar?
Hay dos opciones: Rendirte o Seguir
luchando; la más fácil es la primera y no solo la más fácil sino la que más
ronda nuestra cabeza.
Y es que no vamos a negar que hay
momentos en la vida en donde quisiéramos rendirnos de una vez por todas. En
donde pareciera que por mas esfuerzo que realicemos no vemos ningún cambio, en
donde todo se pone en contra y es más fácil pensar que seremos vencidos que en
vencer.
Yo he estado allí, se lo que se
siente al ver que el panorama no cambia, se lo que se siente tener la sensación
de no poder mas y querer dejar todo de una vez por todas.
Y es que en más de alguna ocasión he tenido esa
interrogante en mi vida: ¿Me rindo? ó ¿Sigo Luchando?, es obvia la respuesta que
he elegido, pero eso no significa que no haya sentido en algún momento el amargo
sabor de la derrota o no haya olido el mal olor del fracaso.
Y es que tenemos que entender una
cosa: Podemos perder batallas, pero jamás una guerra. Y es que a veces pensamos
que de esa no saldremos, vemos tan enorme el desierto que pensamos que moriremos
en el. Creemos que esa batalla es la ultima y terminaremos aniquilados, cuando
en realidad lo nuestro no es una batalla, sino un guerra la cual aun no hemos
perdido.
Quizá lo últimos días aquella
sensación de rendirte se ha apoderado de tu mente, no existe otro pensamiento
que el tirar la toalla, quieres colgar los guantes, entregar tu arma del
ejército de Dios y decir: ¡No puedo más!
Quizá esa terrible sensación se ha
apoderado de tu corazón, el cual palpita de una forma diferente, hay como una
angustia y una indecisión, por una parte
quisieras rendirte porque ya no puedes más, pero por otra parte sabes que sin
Dios no eres nada.
No escojas rendirte, jamás rendirse
será una opción, porque no somos de los que nos rendimos, sino de los que siguen
luchando. Seguramente esta batalla que estás perdiendo, quizá no será la última
que pierdas, quizá vendrán otras en las que te sentirás derrotado, pero tienes
que entender que una batalla no dictara tu futuro completo, al contrario, de esa
derrota puedes aprender algo bueno, para que en la próxima puedas vencer en ese
mismo campo de batalla.
El hecho que hayas tropezado no
significa que permanecerás en el suelo por toda la vida, sino que lo que
significa es que Dios está a punto de extender su mano para levantarte y
decirte: “¡Vamos no te rindas!”.
No pienses que lo que estas pasando
en demasiado difícil, porque habemos millones de personas más que estamos
pasando por situaciones que creemos también que son muy pero muy difíciles, y
sin embargo seguimos confiando en que Dios hará algo.
No estés pensando más en esa mala
decisión de rendirte, ¡No!, jamás ese pensamiento de derrota total vendrá de
parte de Dios, porque Dios no te ve como un derrotado, ni como un fracasado, Él
te ve como un VICTORIOSO, como un VENCEDOR, como alguien con la capacidad de
poder soportar todo lo que está viviendo, porque Dios jamás pondría sobre tu
vida una carga que no puedas
soportar.
¡Vamos! ¡Sigue luchando!, esto
pasará, ya lo veras, ninguna tribulación acá en la tierra es eterna, sino que
todas son momentáneas.
¡Párate!, ¡Toma tus armas!, ¡Sigue
luchando!, una sola batalla no determinara lo que realmente Dios tiene para ti,
esta guerra apenas comienza y la mejor garantía de victoria que tienes es que el
General de los Ejércitos es nuestro Dios Todopoderoso.
¡Sigamos en la lucha!, esto no ha
terminado, toda clase de pensamientos de derrota es echado fuera y declaramos
que nuestra vida depende de Dios, quien tendrá siempre el cuidado de guardarnos,
fortalecernos, animarnos y sobre todo respaldarnos en esta lucha
diaria.
¡No
te rindas! ¡Sigue Luchando!
“Por
eso me armo de valor,
y me
digo a mí mismo:
«Pon
tu confianza en Dios.
¡Sí,
pon tu confianza en él!»”
Salmos 27:14 (Traducción en lenguaje
actual)
QUE TENGAS UN GRANDIOSO Y LINDISIMO
DIA