Tú que puedes cantar, por qué no cantas ya:
la fe de los que luchan por un mundo mejor,
la fe de los que aman en medio del dolor,
el grito que enardece un noble corazón,
el ansia de justicia que enciende la pasión,
la paz que nuestra tierra perdida no encontró.
Tú que puedes cantar,
por qué no cantas ya?
Tú que puedes hablar, qué esperas para hablar:
de los que ya no pueden gritar su propio mal,
de todos los que mueren en frío y soledad,
los que para comer venden su libertad porque no tienen mi nombre ni nación,
de los hombres que olvidaron lo que es la luz del sol.
Tú que puedes hablar,
qué esperas para hablar?
Tú que puedes amar, qué esperas para amar:
a los que sólo saben del odio y del rencor,
a los ricos que han echado la llave al corazón.
hay hombres medio hombres sólo por el color.
Con tu palabra y gesto a conquistar la unión.
Hay una tierra nueva que aguarda tu valor.
Tú que puedes amar,
qué esperas para amar?
FUENTE: `Tú que puedes', Revista Ritmos y Juventud, Cenpro, Bogotá, julio de 1970