Las hormigas son trabajadoras incansables que gracias a su constante trabajo en conjunto y, pese a su diminuto tamaño,
logran increíbles hazañas.
De esto se trata el trabajo en equipo:
del aporte individual de habilidades, talento y personalidad para, juntos, alcanzar grandes proezas.
El trabajo de las hormigas es tanto más arduo porque carecen de herramientas;
sólo cuentan con sus piernas y brazos, y por supuesto, con su gran tesón.
En cambio, nosotros contamos con nuevas herramientas y procesos que nos permiten fortalecer nuestro trabajo en equipo y compartir nuestros conocimientos. Sin embargo, debemos tener presente que tanto los procesos como las herramientas sólo pueden ayudarnos
si los utilizamos.