En cierta ocasión leí que recibir mensajes vía e-mail era bueno para mejorar nuestro estado de ánimo.
No sé sí esto tiene algún fundamento científico. Sé interpretar mis sentimientos y no tengo ninguna duda que esto es una realidad.
En los últimos años he tenido el privilegio de conocer personas fantásticas que entran en mi vida en los momentos más inesperados, trayendo mensajes de optimismo, de calidad, de vida, de humor, de reflexión.
Casi todos los días recibo e-mail de personas de buena voluntad, personas que se han tornado importantes en mi vida, a veces estas personas están a miles de kilómetros.
Es impresionante conocer personas con disposición y disponibilidad para ser generosas, afectivas, enviándome mensajes que me reconfortan, ayudan e incentivan