Hay
amigos eternos, amigos que son de piel y otros que son de
fierro.
Hay amigos del
tiempo, de la escuela, del trabajo. Amigos que se aprenden,
amigos que se eligen, y amigos que se adoptan.
Hay amigos del
alma, del corazón, de la sangre. Hay amigos de vidas pasadas, amigos para toda la vida. Hay
amigos que son más que amigos.
Hay amigos que
son hermanos, otros que son padres; también hay amigos que son hijos.
Hay amigos que
están en las buenas, otros que están en las malas, hay amigos que están siempre.
Amigos que se ven, otros que se tocan, otros que se escriben. Por supuesto que
hay amigos que se van, que nos dejan; hay amigos que vuelven y otros que se
quedan.
Hay amigos
inmortales, amigos de la distancia. Hay amigos que se extrañan, que se lloran,
que se piensan. Amigos que se desean, que se abrazan, que se miran.
Hay amigos de
noche, de siestas, de madrugadas. Hay amigos hombres, amigos mujeres, amigos
perros.
Hay amigos que
deliran, otros que son poetas. Hay de los que dicen todo, amigos que no hacen
falta decirlos.
Amigos nuevos,
viejos, viejos amigos. Hay amigos sin edad, amigos
gordos, flacos.
Hay amigos que
no nos llaman, que tampoco llamamos. Con poco tiempo, amigos desde hace una
hora, desde recién.
Hay amigos que
dejamos ir, otros que no pueden venir, amigos que están lejos, amigos del barrio. Amigos de la
palabra, amigos incondicionales. Hay también amigos
invisibles, amigos sin lugar, amigos de la calle.
Amigos míos,
amigos tuyos, amigos nuestros. Hay muchos amigos; amigos en común, amigos del
teatro, de la música, amigos de verdad.
Hay amigos que
están tristes, otros que están alegres, otros que simplemente no están. Hay
amigos que se la pasan en la luna, otros en el campo, y otros en el cielo.
Todos,
absolutamente todos los amigos
tienen algo en común: son indispensables".