PA'QUE ENTIENDAN POR QUE NO TENGO VIEJO... JEJEJEJE
EL HOMBRE
PERFECTO
Un grupo de mujeres se
habían reunido para celebrar la inminente boda de una amiga. Durante el curso de la velada la futura
novia se dirigió a una vieja amiga que todavía seguía
soltera y le preguntó:
¿Cómo es que nunca se has
casado? ¿En alguna ocasión has encontrado al hombre adecuado?
¡Oh sí!, le hontestó ella.
Ya encontré al hombre apropiado.
Entonces, ¿qué
sucedió? ¿Por qué no te casaste con él?, inquirió la prometida.
Las cosas
sucedieron así, dijo la amiga. Sabía exactamente a quién estaba
buscando. Tenía que ser el hombre perfecto.
Había confeccionado una
lista con todas las cualidades que yo deseaba que tuviera un hombre, y empecé a viajar alrededor
del mundo para encontrarlo. Tenía que estar en algún
sitio. Y efectivamente estaba
Explícame entonces», preguntó la curiosa novia.¿Qué
sucedió?
Bien, empecé buscando en
Nueva York, explicó la amiga. Allí encontré un hombre muy rico. Era generoso con el dinero,
pero era retraído, introvertido y poco sociable.
Esto hizo que lo sacara de la
lista
Entonces viajé a Los
Angeles, buscando en cada rincón entre Nueva York y la Costa Oeste. En Los Ángeles encontré un hombre
que no sólo era rico, sino que también era divertido, de
talante feliz y sociable. Gozaba de prosperidad económica y tenía todas las cualidades =ociales
que siempre había deseado en un hombre.
Lamentablemente, no era
demasiado guapo. Pensé durante mucho tiempo, "si me caso me tendré que despertar cada mañana
junto a esa fea cara". No, tampoco =ra Don
Perfecto.
En Sidney sentí que se
estaba acercando mucho. Allí conocí a un hombre independiente. Era amigable y extrovertido, e
increíblemente guapo. Era alto, rubio y musculoso. Era
surfista, solía acudir al gimnasio regularmente, y tenía un cuerpo de modelo de portada.
Pero como todos los hombres
que había encontrado tenía una faceta inaceptable. Con éste era su arrogante actitud
machista. Era un chauvinista y un narcisista.
Así pues, viajé a europa.
En Londres encontré un hombre rico, sociable, guapo y liberado de prejuicios respecto a las
mujeres. Estaba realmente muy cerca de mi objetivo.
Al principio pensé fue
finalmente lo había encontrado, pero faltaba la sensualidad y el romance que yo ansiaba. está
bien encontrar a un hombre que cocine y que lave los platos,
pero a mí también me gusta que me regalen rosas rojas y cenar a la luz se
la luna.
Viajé cruzando el Canal
hasta llegar a París y allí lo encontré. Ya sabes lo que dicen de los franceses. Bien, lo tenía todo.
Era rico, extrovertido, guapo, liberal y extremadamente
sensual. Tenía la máxima puntuación en todos los aspectos
contemplados
en mi lista. No había duda. Era mi hombre perfecto.
¿Entonces?, preguntó con
curiosidad la novia, ¿por qué no te casaste coneste?
Oh!, respondió la amiga. La
razón fue simple. El no me eligiò a mì... estaba buscando la mujer
perfecta“