Un hombre
fue llevado de emergencia a un hospital administrado por monjas, donde lo
operaron del corazón.
Después
de la operación, el hombre despertó y una monjita estaba a su lado.
"Señor
Pérez, la operación fue un éxito. Sin embargo, necesitamos saber cómo piensa
pagar la cuenta del hospital.
¿Tiene
usted un seguro médico?"
"No."
"¿Puede
pagar en efectivo?"
"Me
temo que no, hermana."
"Entonces,
¿tiene usted parientes cercanos?"
"Sólo
mi hermana, pero es una monja solterona sin un centavo."
"Disculpe
que lo corrija. Las monjas no son solteronas; ellas están casadas con Dios."
"¡Magnífico!
Entonces, por favor envíele la cuenta a mi cuñado.......
Y
ASÍ NACIÓ EL DICHO DE "QUE
DIOS TE LO PAGUE"...
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