El Burro (Porque el hombre se alza en su soberbia y se cree tan libre como el pollino del asno montés. JOB, Cap. II, vers. 12.)
En los tiempos de Job el pacienzudo era tenido el burro en gran valía; para probarlo al mismo Job acudo, que en esos tiempos criticar solía al hombre presuntuoso, torpe y rudo que libre como el burro se creía, como si el burro nada menos fuera que un ciudadano inglés de nuestra era.
Mas 'témpora mutantur' tu destino ¡Cuán diferente es hoy de lo que fue! Cuando acaso te encuentro en un camino cargado con dos tercios de café, bailando al son de un palo el torbellino, no pudiendo tenerte más en pie, viene el recuerdo triste a mi memoria de aquellos tiempos de tu antigua gloria.
Los hombres de este mundo son ingratos, el hombre es de perverso natural; esa invención que llaman 'garabatos' es invención infame, criminal; ¡Cuántos te proporciona malos ratos el hombre vil con su invención fatal! Por eso, aunque de horror me despeluzno, disculpo tu fatídico rebuzno.
No puedo menos que fruncir las cejas, llenándome de justa indignación, cuando te veo sin rabo y sin orejas tirando de un pesado carretón; al ver que tú, infeliz, nunca te quejas ni quieres sacudir tu humillación; al mirarte sufrir, noble pollino, con el digno valor de un granadino.
Hay veces que al mirar tu desventura, al mirar esas tuertas angarillas lastimar ¡oh, dolor! la matadura que te hicieron sangrienta en las cosillas, mil lágrimas yo siento de amargura rodar quemantes por mis dos mejillas... Sí, lloro al ver que hay hombre a quien se ocurra tratar al burro así, y así a la burra.
¿Quien habrá que hondamente no se duela al ver de Cartagena el cruel zambote añadirse a la carga de panela -de sobornal a guisa- echarle al trote, entonando su torpe cantinela, los pies cruzando, ¡oh burro! en tu cogote? Semejante espectáculo, a Nerón ablandara sin duda el corazón.
Dichosamente te dotó natura de una noche cachaza, burro amigo; con ella de tu suerte la amargura, de tu destino bárbaro, enemigo, sufres con tanta calma... mas, ¿qué digo? Para los golpes: tu existencia dura... ¿Hallarte un parecido? ¡Intento vano! ¿Más sufrido que tú? ¡Ni un espartano!
Si ingrato el hombre y bárbaro no fuera, premiar supiera ¡oh burro!, tus servicios: si en mi mano tu suerte ¡ay! estuviera, te colmara de honor y beneficios. Y si un instante dictador me viera, aun a costa de ingentes sacrificios en cada plaza mandaría al momento al burro levantar un monumento.
¡Pobre pollino! Si el americano pensara que sin ti nada sería... Si no hubieras pasado el oceano para venir aquí, ¿quien serviría en tu lugar al vil, rústico insano que a palos, con crueldad, torpe te guía? Si por el burro bienhechor no fuera, ¿tendríamos mulas para andar siquiera?
De paz emblema el burro - no de guerra- ¡El burro! ¡El burro! ¡Oh bella patria mía! Si grandes almas hay en esta tierra, si hay aquí quien aprecie la hidalguía y las virtudes cívicas que encierra en sí el noble animal, haced que un ida se tribute homenaje a su virtud, y una estatua le alzad en gratitud.
Joaquín Pablo Posada
|