La adicción al sexo precisa de un tratamiento como toda adicción.
En el flamante largometraje Shame, el personaje Brandon (Michael Fassbender) es un treintañero atractivo y con dinero, tiene un puesto importante en una empresa y vive bien en Nueva York. Su vida privada es un desastre. Es un solitario obsesionado con el sexo. Cuando está en su casa consume compulsivamente porno y en las calles es un auténtico depredador sexual: masturbación, prostitutas, ligues, encuentros casuales... nada le sacia. La mecánica cambiará (y estallará) cuando regrese a su vida su hermana pequeña, Sissy (Carey Mulligan), también algo trastornada psicológicamente por problemas afectivos que arrastra desde su infancia.
Shame reinstaló un debate sobre la adicción al sexo.
Cuando el acto sexual se vuelve compulsivo y pasa de hábito a patología, y en un caso con síntomas creciente, puede conducir a la pérdida de la vida social, empleo, salud y situación financiera en 3 años, advierte la psiquiatra brasileña Carmita Abdo, consultada por el semanario Istoé.
Según estadísticas, la sufre el 6% de la población. De ese total, el 2% son mujeres. Ellas son denominadas popularmente “ninfómanas”. "Satiriasis" es el nombre asignado a los hombres adictos.
Las edades van de los 20 a los 45 años.
Abdo, fundadora del Proyecto Sexualidad (ProSex), del Hospital de Clínicas de S. Paulo, explicó que, en un principio, el sexo compulsivo se organiza para satisfacer la libido. "Sin tratamiento, el adicto ya no logra trabajar, comer ni dormir. La búsqueda de compañeros sexuales consume su vida. Si un compañero de sexo ya no lo satisface, la persona va detrás de otros y, en ocasiones, paga por ello".
El deseo sexual surge sin importar la hora o el momento. En el trabajo, si se produce la "crisis", esta persona va al baño a masturbarse. Con el aumento de la patología, se marcha en la mitad de la jornada laboral en busca de relaciones sexuales, agregó Carmita.
En Wikipedia se le llama "Hipersexualidad", que se describe como el aumento repentino o la frecuencia extrema en la libido o en la actividad sexual. Aunque la hipersexualidad puede presentarse debido a algunos problemas médicos o al consumo de algunos medicamentos, en la mayoría de los casos la causa es desconocida.
Trastornos de la salud tales como el trastorno bipolar pueden dar lugar a la hipersexualidad. El consumo de alcohol y de algunas sustancias adictivas también puede afectar el comportamiento sexual.
Una vez alcanzado el orgasmo, puede no alcanzar satisfacción emocional (o sexual) y puede intentar escalar en mayores grados de placer.
Intentando brindar un ejemplo de qué ocurre, Carmita continuó: "Así comienza a salir 3 veces al día del trabajo para satisfacer el deseo, hasta que es despedido. Gasta todas las remuneraciones con relaciones sexuales pagas , pierde la vida social y las relaciones". El sexo compulsivo lo sujeta a enfermedades de transmisión sexual, problemas de salud debido al agotamiento, y desnutrición.
Ella ofreció el caso de una paciente, Maria Aparecida (el verdadero nombre fue cambiado para proteger su identidad). "No lograr dejar una persona; vivir situaciones de riesgo por eso, tener sexo siempre, centrarse por completo en una sola persona", describe acerca de los síntomas. El problema se produjo con varios compañeros, dijo, con quien sentía compulsión de estar juntos.
"Descuidé mi trabajo, yo sólo podía pensar en sexo y en estar con la persona. Por mí, estaría las 24 horas", contó. "He tenido muchas pérdidas", agregó.
En la actualidad, ella asiste al grupo Adictos al Amor y Sexo Anónimos (SLAA), 2 veces por semana, pero confesó que todavía tiene recaídas.
En las reuniones, María informó que los problemas, a pesar de tener la misma raíz -la dependencia al amor y al sexo- son variados. Según el psicólogo y director del Instituto Paulista de Sexualidad, Oswaldo Rodrigues Junior, la compulsión surge de una situación vivida. "Si el paciente ya tuvo sexo con extraños, es el camino que buscará, impulsivamente", dijo.
No se saben las causas que provocan la adicción, aunque los estudios apuntan a desórdenes en los neurotransmisores (aumento de la dopamina), y fundamentalmente factores emocionales: estrés, inseguridad personal, sentimiento de inferioridad, temores de ser humillados o avergonzados por los demás.
La adicción debilita la estima, provoca más culpa y realimenta el circuito de la ansiedad. Según el National Council of Sexual Addiction de Estados Unidos, el 40% de los pacientes pierden a su pareja, el 72% tienen ideas suicidas, el 17% ha intentado quitarse la vida, el 27% tiene problemas laborales, el 68% tiene probabilidades de contraer VIH, el 40% tiene embarazos no deseados y el 36% aborta.
La enfermedad
Es importante distinguir el deseo sexual de la compulsión.
Según Rodrigues Junior, el individuo compulsivo no tiene control sobre lo que pasa por el espacio mental, no tiene control sobre los pensamientos. "Los deseos surgen de forma impulsiva. La persona va detrás del comportamiento que satisfaga estas necesidades", dijo. "El paciente compulsivo de sexo da lugar a los deseos, sin cuestionar si son apropiados social o individualmente", añadió.
Una persona con hipersexualidad, se organiza para obtener placer y no destruir la vida profesional y social que tiene, afirmó el psicólogo. De acuerdo con la psiquiatra Carmita, la compulsión sexual es vista como un "trastorno en el metabolismo y neurotransmisores que provoca la desregulación de la actividad sexual". Ella comparó las características de la enfermedad con la dependencia a las drogas y al alcohol. "Se estima que del 2% al 6% de la población mundial sufre compulsión sexual. La mayoría aún siguen siendo los hombres, pero aparecen cada vez más casos de mujeres", dijo.
Famosos actores como Michael Douglas y David Duchovny, y el golfista Tiger Woods han admitido que sufren de sexo compulsivo. La patología suele aparecer en la juventud, alcanza el auge en la vida adulta y tiende a tener los síntomas aliviados cuando el individuo envejece, a pesar de que es raro que un paciente sin tratamiento sobreviva hasta el período. Carmita aclaró que los compulsivos explicó no tienen carácter violento, y la enfermedad no puede estar vinculada a casos de violación.
La compulsión por el sexo no tiene cura, pero, si control. El uso de antidepresivos y neurolépticos es común en el Programa de Sexualidad en el Hospital de Clínicas, de acuerdo a los psiquiatras, los medicamentos tienen componentes que disminuyen la libido. Al mismo tiempo, la psicoterapia debe hacerse para promover la reestructuración de las ideas psicológicas relacionada al sexo en el individuo. "Son varios años de tratamiento hasta que la persona puede controlarse a sí misma", dijo.
El test
Si sientes que tienes conductas irrefrenables o compulsivas en el área sexual, que no puedes evitar o posponer, puedes estar padeciendo una adicción sexual. Contesta con un SÍ o un NO de manera sincera si en los últimos 12 meses:
1 ¿Has tenido relaciones en lugares, momentos o con personas poco adecuadas?
2 ¿Has mantenidos relaciones sexuales con personas que no te gustan?
3 ¿Haces promesas o te impones normas que no puedes cumplir en el plano sexual?
4 ¿Te ves a menudo obligado a mantener relaciones sexuales?
5 ¿Sientes que mantener relaciones sexuales permanentemente puede solucionar tus problemas personales?
6 ¿Te desesperas o angustias si no puedes tener relaciones sexuales?
7 ¿Has mantenido relaciones sexuales sin pensar en las consecuencias de las mismas (peligro de que te descubran, riesgo de contraer una Infección de transmisión sexual, embarazo no deseado, acarrearte problemas laborales, etc.)?
8 ¿Sigues buscando relacionarte sexualmente, reincidiendo en una relación que no te conviene?
9 ¿Has puesto en peligro o perdido una relación comprometida y estable por tus aventuras sexuales?
10 ¿Crees que tu vida no tendría sentido sin enredos sexuales?
11 ¿Pueden afectar tus aventuras sexuales tu reputación o tu situación laboral o profesional?
12 ¿Intentas solucionar tus problemas en la vida yendo impulsivamente a mantener relaciones sexuales?
13 ¿Te resulta difícil concentrarte en otras actividades de la vida a causa de los pensamientos sobre el sexo?
14 ¿Presionas a las personas que te rodean a mantener actos sexuales a pesar de que no lo deseen?
15 ¿Mantener relaciones sexuales te ha comprometido social o laboral o financieramente y, sin embargo, te impones realizarlas?
16 ¿Sientes que nada podrá desviarte de la decisión de mantener relaciones sexuales con alguien?
17 ¿Crees que tu vida se ha convertido en una complicación debido a tus conductas sexuales impulsivas?
18 ¿Tus prácticas sexuales (masturbación, exhibicionismo, voyeurismo, frotación en medios de transporte, fetichismo) te ponen en riesgo social o laboral?
19 ¿Te obsesiona o desespera realizar tus prácticas sexuales aunque esto te ocasione malestar o angustia?
20 ¿Sientes que necesitas ciertas prácticas sexuales a pesar de que tus parejas no sientan placer ni goce alguno con ellas?
21 ¿Sientes que es una pérdida de tiempo todo otro tipo de contacto con las parejas que no estén destinados a llegar al coito?
22 ¿Sientes que los impulsos sexuales te dominan y condicionan tu vida?
23 ¿Necesitas variar constantemente de prácticas o parejas sexuales de forma compulsiva?
24 ¿Consideras que estas prácticas sexuales compulsivas van en detrimento de tu rendimiento social, laboral, económico, creativo?
25 ¿Crees que necesitarías una contención psicoterapéutica por tus conductas sexuales impulsivas?
Si Ud. contesta afirmativamente a 10 o más de estas preguntas podría estar padeciendo una adicción al sexo y merecería una consulta diagnóstica de tipo psicosexológica.
FUENTE: INFORMACION URGENTE 24
Me lo enviaron y lo comparto.
YOLY