Cuando un día te vayas de mi lado
para estrenar de a dos tu propio nido,
algo de mí contigo se habrá ido
y algo de ti se habrá quedado.
Partirás vestida de blanco toda.
Y en la casa algo así como vacía,
habré de extrañarte desde ese día,
pasados los trajines de la boda.
Y cuando vuelvas feliz a visitarme
luego de transcurrir algunos días,
tendrás un rubor que no te conocía
¡y la misma manera de abrazarme!
Ada Barceló de Castro, Argentina