En la alcoba conyugal, la sensual esposa recibe al marido diciéndole: - Desabrocha mi blusa y déjala sobre la cama... Sí, mi amor... -le responde el marido- - Ahora el brasier, y ponlo en la silla... Claro mi vida... - Deja mi falda en el ropero. Bueno cariño... - Ahora mis panties tíralos al suelo. Ya está corazón...
¡¡¡Y QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE TE PONES MI ROPA, MARICÓN!!!!!!!
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