SENTARSE EN LA VENTANA
Un joven abogado , cierto dia se dio por contar pequeñas cosas importante en la vida y escribiò lo siguiente :
Era niño , cuando por primera vez entrè a un avion. La ansiedad de volar era enorme .
Yo queria sentarme al lado de la ventana , acompañar al vuelo y sentir y ver desde el primer momento el avion corriendo en la pista hasta el despegue.
Al mirar por la ventana , sin palabras ver romper y llegar al cielo azul. Todo era una novedad y fantasia .
Creci, me formè, y comenzè a trabajar. en mi trabajo desde el comienzo volar era una necesidad constante . Las reuniones en otras ciudades me obligaban a veces estar en dos ciudades distintas en un mismo dia .
Al inicio pedìa siempre las poltronas al lado de la ventana y aun asi miraba las nuebes y el cielo con ojos de niño.
El tiempo fue pasando y las carreras de trabajo aumentando y ya no me queria sentar al lado de la ventana , ni ver las nubes o el cielo azul , ni las ciudades, ni campos o el mar.
Perdi el encanto. Pensaba solamente en llegar y salir, acomodarme rapido y salir rapido .
Las poltronas del corredor ahora era exigencia, mas fàciles para salir sin esperar a nadie, siempre preocupado por la hora , con el compromiso , con todo , menos con el viaje , con el paisaje, conmigo mismo . Por uno de esos deseos maravillosos , acaso del destino , estaba loco por regresar a casa en una tarde lluviosa, el vuelo estaba lleno la y el unico lugar disponible era al lado de la ventana, la ultima poltrona , sin pensar aceptè de inmediato , me acomodè en la poltrona indicada: la ventana. Ventana que tenia tiempo que no veia , ni me preocupaba ..
Y despegamos..recordè la primera vez que volè, Sentì nuevamente y extrañamente aquella sensaciòn, aquel frio en la barriga . miraba las alas del avion rompiendo las nubes hasta que pasamos la lluvia y aparecio el cielo.
Era de un azul tan lindo como jamas habia visto. Y tambien el Sol , que brillaba como si acabase de nacer . En aquel instante volvì a ser niño, percibì que estaba dejando de vivir un poco en cada viaje cuando despreciaba esa vista .
Pensè: ¿Será que en relaciòn a otras cosas de mi vida tambien habia dejado de sentarme en la ventana, como por ejemplo mirar por la ventana de mis am istades , mi familia , mi trabajo y demas cosas personales?
Creo que a muchos , sin siquiera percibirlo dejamos de mirar por la ventana de nuestras vidas.
La vida tambien es un viaje y si no nos sentamos al lado de la ventana , perdemos lo mejor, los paisajes , nuestras alegrias amores, tristezas , en fin todo lo que nos mantiene vivos .
Si viajamos solamente sentados en la poltrona del corredor , con prisa de llegar , perderemos la oportunidad de apreciar la belleza que este viaje nos ofrece..
Ademas, puede ser que al descender del avion de la vida no encontremos a nadie que nos espera.
No sabemos cuanto tiempo aun nos queda de este viaje. Por esa razòn vale la pena sentarse al lado de la ventana sin perder ningun detalle.
Al final, “la vida, la felicidad y la paz son caminos y no destinos”.
Piense en eso , pero piense ahora.
Equipo de Redaccion de Momento Espírita, en texto de Pietro Valença,
Mara
Un dia sereno lo suficiente para apreciar el paisaje de su vida..
Lilith
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