ATESORAR
Lo nuestro fué hermoso y maravilloso y yo, fuí atesorando cada minuto de mi vida
lo guardé en mi corazón como el más preciado oro.
tus gestos, tus miradas, tus besos y caricias. Eso es para mí, el más grande de los tesoros.
Nada material atesoré, todo fué espiritual con ello alimento mi sentir desolado con esas joyas que de tí, yo guardo y que en el cofre de mi corazón quedó grabado.
Y, amándote aún, sigo alimentándome de tu recuerdo porque nuestro amor siempre ha sido bello
y en el final de mi vida, te buscaré de nuevo
para feliz encontrarte, allá en lo alto del cielo.
LEONOR
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