Y llegaste amor, cuando te creí perdido
cuando la luz de la luna se mescló con tu recuerdo
dejando pinceladas de olvido.
Llegaste amor con tu aroma a hierbas, romero y albahaca
enajenando mis sentidos,
penetrando hasta mi alma para revivir tiempos de pasión.
Enjugaste mis ojos con caricias, bebiste el agua de mi llanto
hasta borrar mi dolor.
Arrancaste con infinita ternura los ramajes
con espinas que laceraban mi corazón.
Nuestros cuerpos bañados por la lluvia
disfrutaban el encuentro.
Se confundían las palabras con la tormenta
que celosa de nuestro amor quería hacerse presente,
opacar un te amo con estruendos de rabioso dolor.
Pronunciamos con deleite nuestros nombres
nos perdimos en el universo de amantes eternos,
de los seres que hasta la muerte…
han de vivir su amor.
Margarita.
|