Temporada de lluvia, todo frío y nublado: ¿Y qué hago con estas ganas de hacer el amor?
El clima nublado y lluvioso incrementa a escalas elevadas las ganas de hacer el amor. Foto: Referencial
Los seres humanos son fogosos por naturaleza pero cuando la temporada de lluvia llega se incrementa el deseo sexual, algunos no entienden el porqué, quizás el clima frío, nublado, simplemente, no hay explicación pero de que dan ganas de tener una fogosa sesión con la pareja, de eso no hay dudas.
Según estudios, el calor del verano trae consigo el uso de ropa pequeña, constante exposición de piel y contacto físico en bikinis sexys, pero el frío del invierno prolonga las horas debajo de las sábanas y hace que necesitemos más abrazos, besos y caricias para entrar en calor. Así que, ¿cuál es el clima ideal para el amor y el sexo? Conoce la respuesta de los expertos.
Bajo el sol candente
Durante los meses con más luz (en primavera y especialmente verano), las mujeres secretan una hormona que estimula el apetito sexual, llamada Hormona estimulante de melanocitos (MSH, por sus siglas en inglés). Esta hormona se activa cuando se expone a la luz del sol y es responsable de que tantos hombres en la playa se vean tan apetecibles.
Los hombres también producen más serotonina (un neurotransmisor que nos hace sentir bien) durante la primavera y el verano. Muchos estudios han demostrado que la luz estimula la producción de este neurotransmisor. Con la MSH y la serotonina en niveles altos, durante la primavera y verano el deseo sexual aumenta.
Las parejas aprovechan el clima frío para “calentarse”. Foto: Referencial
Sin embargo, si la temperatura ambiente aumenta demasiado (rebasa los 28 grados Celsius), tu cuerpo empezará a sudar, y nadie quiere acercarse a un cuerpo pegajoso y húmedo.
El frío de otoño e invierno
La razón principal por la que puedes dejar de tener ganas de tener sexo con tu pareja durante la época de frío es la ausencia de luz. La producción deserotonina disminuye y es reemplazada por una alza de melatonina, una sustancia que produce el efecto contrario a la primera.
Cuando el frío es moderado y las horas de luz no se reducen demasiado (son, por lo menos, nueve al día), tu vida sexual puede continuar como siempre. Esto puede ocurrir durante las lluvias veraniegas. La mejor forma (comprobada científicamente, no estamos mintiendo) de mantenerse caliente es desnudarse y meterse en la cama con alguien que también esté completamente desnudo, y es allí cuando comenzará la acción.
Si la pérdida de deseo sexual viene con sueño y cansancio excesivo, antojo de alimentos azucarados, depresión y aumento de peso, podrías tener un desorden emocional relacionado a las estaciones. Este síndrome puede afectar a cualquier persona en cualquier estación del año (no siempre es en invierno) y se trata fácilmente, según la psicóloga de Alaska (donde pasan meses enteros sin sol) Suzanne Womack.