Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

aquinosreunimospersonaspositivas
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
  
 GENERAL 
 ENTRA AL CHAT 
 REFLEXIONES 
 POESIAS 
 ARTE, CULTURA Y CIENCIA 
 FORMATOS, FONDOS Y GIFS 
  
 LA ROCKOLA 
 MUSICA MIDI 
 HISTORIA MUSICAL 
 ANOTA TU CUMPLEAÑOS 
 ENTRETENIMIENTO 
 RISAS Y HUMOR 
  
 MEXICO 
 ARGENTINA 
 CHILE 
 VENEZUELA 
 ESPAÑA 
  
 CINE ONLINE 
 JUEGOS 
 SALUD 
 CUIDA TU SALUD 
 PRENSA EN EL MUNDO 
 INFORMATICA-Tutoriales 
 
 
  Herramientas
 
General: BONDAD
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: LEO-MARI  (Mensaje original) Enviado: 23/11/2012 02:04
Bondad

 

Durante la Guerra Civil, el presidente Abraham Lincoln visitaba a menudo los hospitales para conversar con los soldados heridos.

Una vez los médicos le señalaron a un joven soldado, ya próximo a la muerte, y Lincoln se acercó a su cama.

-¿Puedo hacer algo por usted?- preguntó.

 

Era obvio que el soldado no había reconocido al presidente; haciendo un esfuerzo, pudo susurrar:

-Por favor, ¿me escribiría una carta para mi madre?

 

Alguien le dio lápiz y papel; el presidente comenzó a escribir cuidadosamente lo que el joven lograba dictar:

"Mi queridísima madre: Fui malherido mientras cumplía con mi deber.

Temo que no podré recuperarme.  Por favor, no te aflijas demasiado por mí.

Besa de mi parte a Mary y a John.  Que Dios los bendiga, a tí y a mi padre.

 

Como el soldado estaba demasiado débil para continuar, Lincoln decidió firmar la carta por él y agregó:

"Escrita en nombre de su hijo por Abraham Lincoln".

 

El joven pidió ver la nota y quedó atónito al saber quién la había escrito.

-¿De veras es el presidente?- preguntó.

-Sí, lo soy -replicó Lincoln tranquilamente. Luego quiso saber si había alguna otra cosa que pudiera hacer por él.

-Por favor, ¿quiere darme la mano?- pidió el soldado-.  Eso me ayudará cuando llegue el fin.

 

En la silenciosa habitación, el alto y enjuto presidente tomó la mano del muchacho y pronunció unas cálidas palabra de aliento hasta que llegó la muerte.

 

 

Debes dar tu tiempo al prójimo; aunque sea algo pequeño, haz algo por los demás, algo por lo que no obtengas más recompensa que el privilegio de hacerlo.

 

 

Albert Schweitzer



Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: JuanJ Enviado: 24/11/2012 00:37
 
 
 

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: vira Enviado: 24/11/2012 03:36
 
Bondad

Durante la Guerra Civil, el presidente Abraham Lincoln visitaba a menudo los hospitales para conversar con los soldados heridos.

Una vez los médicos le señalaron a un joven soldado, ya próximo a la muerte, y Lincoln se acercó a su cama.

-¿Puedo hacer algo por usted?- preguntó.

Era obvio que el soldado no había reconocido al presidente; haciendo un esfuerzo, pudo susurrar:

-Por favor, ¿me escribiría una carta para mi madre?

Alguien le dio lápiz y papel; el presidente comenzó a escribir cuidadosamente lo que el joven lograba dictar:

"Mi queridísima madre: Fui malherido mientras cumplía con mi deber.

Temo que no podré recuperarme. Por favor, no te aflijas demasiado por mí.

Besa de mi parte a Mary y a John. Que Dios los bendiga, a tí y a mi padre.

Como el soldado estaba demasiado débil para continuar, Lincoln decidió firmar la carta por él y agregó:

"Escrita en nombre de su hijo por Abraham Lincoln".

El joven pidió ver la nota y quedó atónito al saber quién la había escrito.

-¿De veras es el presidente?- preguntó.

-Sí, lo soy -replicó Lincoln tranquilamente. Luego quiso saber si había alguna otra cosa que pudiera hacer por él.

-Por favor, ¿quiere darme la mano?- pidió el soldado-. Eso me ayudará cuando llegue el fin.

En la silenciosa habitación, el alto y enjuto presidente tomó la mano del muchacho y pronunció unas cálidas palabra de aliento hasta que llegó la muerte.

Debes dar tu tiempo al prójimo; aunque sea algo pequeño, haz algo por los demás, algo por lo que no obtengas más recompensa que el privilegio de hacerlo.

Albert Schweitzer



 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados