La fecha se estableció luego de la propuesta de la dirigente alemana Clara Zetkin, integrante del Sindicato Internacional de Obreras de la Confección, y comenzó a celebrarse a partir de 1911, pero su continuidad se interrumpió abruptamente por los acontecimientos de la época y se retomó después de la II Guerra Mundial, bajo el impulso de la Federación Democrática Internacional de Mujeres.

Entre los antecedentes más emblemáticos está la participación femenina durante la Revolución Francesa en 1789; así como la protesta de trabajadoras de la industria textil en Estados Unidos, que ocuparon una fábrica en New York en 1908, pidiendo que la jornada de trabajo fuera de 10 en lugar de 16 horas diarias.

También se rebelaron por las inhumanas condiciones en que desempeñaban su labores, y como respuesta los propietarios de la empresa incendiaron el edificio, lo cual originó la calcinación de 140 obreras, en su mayoría inmigrantes italianas y judías.

En la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; en la Revolución Francesa, las parisienses que pedían libertad, igualdad y fraternidad marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.

En 1975 la ONU decreta el Año Internacional de la Mujer, lo que da gran impulso a las luchas por sus derechos. En 1977 se aprueba la resolución 37/142, en la que se invita a todos los estados a que proclamen, de acuerdo con sus tradiciones históricas y costumbres, un día al año como Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

La idea de un día internacional para las féminas surgió al final del siglo XIX, un período de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales.

La participación de la mujer en la toma de decisiones es una exigencia democrática y de justicia social que debe catalogarse como prioritaria si se quiere alcanzar la igualdad, el desarrollo y la paz.

Hoy en día ellas cargan niños, pasiones, penas, bolsas de supermercado, responsabilidades laborales,  preocupaciones, miedos, y tienen fuerzas que asombran a muchos, aunque se les haya injustamente llamado el “sexo débil”./ac

De la red..

Felicitaciones a todas mis amigas de la comunidad.. JJ