Nos gustas cuando sudas a
mares
Tú supones que nos atrae el olor “dulce” de tu
sangre, pero lo que nos lleva directamente a
ti es el bióxido de carbono que exhalas. Como al jadear desprendes más CO2, nos
apeteces sobre todo después de hacer un ejercicio intenso.
¿Te encanta la cerveza?
A nosotros también. Sabemos cuando has bebido
porque tu piel sufre cambios químicos que nos atraen.
Mujer embarazada, ¡humm!
Si vas a tener un bebé, exhalas más CO2 y tu
abdomen emite más calor, lo cual nos fascina. Perdón.
¿Detestas que te piquen?
Nosotras tenemos la culpa. Nos cuesta admitirlo,
pero los mosquitos machos no chupan sangre humana, sólo el néctar de las flores.
Somos las hembras las que necesitamos sangre porque ésta contiene una proteína
que ayuda al desarrollo de nuestros huevecillos; después de nutrirnos, ponemos
entre 100 y 400.
El olor de pies es
irresistible
Hay pruebas científicas de que los pies nos
atraen 10 veces más que el queso, aunque nuestra parte favorita del cuerpo
humano son las manos.
No nos gustan los jardines bien
cuidados
Preferimos la maleza, cuanto más oscura y
húmeda, tanto mejor. Si mantienes podados los setos y el césped, y limpia
la piscina, desalentarás nuestra presencia.
Quitar charcos y recipientes con agua estancada es otro buen modo de repelernos:
allí es donde ponemos nuestros huevecillos.
¿Compraste repelente sin
dietiltoluamida?
¡Qué bien! Esta sustancia y la picaridina son de
las más potentes para ahuyentarnos. Cada una bloquea un tipo distinto de
receptores que nos permiten seguirte el rastro. Tampoco nos gusta el aceite
esencial de eucalipto limón, ni el compuesto IR3535, si bien éstos son menos
eficaces.
No nos asustan las trampas emisoras de
CO2
Quizá creas en la eficacia de estos aparatos de
exterior, que desprenden CO2 para llevarnos a una trampa, pero es posible que
atraigan a más mosquitos de los que pueden atrapar, lo que aumentará nuestra
presencia en tu jardín. Las lámparas de luz ultravioleta para electrocutarnos
tampoco dan resultado: sólo algunos de los insectos que matan son
mosquitos.
Para eludirnos en una fiesta, sé el
centro de atención
Cuando captamos una masa grande de CO2, volamos
directamente hacia ella y, una vez allí, nos resulta más fácil atacar a las
personas de la periferia que a las del centro.
Representamos más peligro de transmitir
el virus del Nilo occidental al final del verano.
Es lógico: picamos aves portadoras del virus;
luego picamos personas y propagamos la infección. Al final del verano es más
probable que hayamos picado aves infectadas.
Más cosas que debes
saber
● Los mosquitos ingieren menos de una gota de sangre por picadura (nuestro cuerpo contiene cinco litros de sangre).
● Los mosquitos vuelan a entre 1.6 y 2.4 kilómetros por hora.
● Hay más de 3,000 especies de mosquitos; cientos de ellas viven en América
Latina.
● Los mosquitos de marismas salobres llegan a viajar hasta 65 kilómetros para
alimentarse.
● El 85 por ciento de la sensibilidad humana a las picaduras de mosquito
tiene causa genética.