Tenemos una sola vida, es una pena permitir que la limiten el miedo
y las barreras falsas. Ireneo un gran filósofo y teólogo de los
primeros siglos, dijo que "la gloria de Dios es la persona humana
viviendo en plenitud". Es hermoso imaginar que la verdadera
divinidad es la presencia en la que se armonizan toda belleza,
unidad, creatividad, oscuridad y negatividad. Lo divino desborda
pasión creativa e instinto por la vida vivida plenamente.
Si te permites ser la persona que eres, todo entrará en ritmo.
Si vives la vida que amas, tendrás refugio y bendiciones.
A veces la gran carencia de bendiciones en y alrededor
de nosotros deriva de que no vivimos la vida que queremos,
sino la que se espera de nosotros.
Estamos en disonancia con la signatura secreta y
la luz de nuestra propia naturaleza.
Me gustò y se los envìo.
Mara