A veces, a través de Internet, encontramos a alguien que es
afín a nuestros pensamientos, a nuestro modo de ser, a nuestras diversiones e
inquietudes… y conforme van pasando los días, se va afianzando el sentimiento de
amistad entre los dos.
Le quieres, pero sólo como amigo.
Pero él te acaba diciendo que te quiere, y todo se complica…
Te haces
buena amiga de un hombre afín a tus gustos y forma de ser. Pasas tus horas y
noches charlando con ese ser desconocido que a través de la pantalla del
computador se ha convertido en tu confidente y amigo. Y llega un momento en que
se te ha hecho tan indispensable que no imaginas tu vida sin él, y anhelas que
llegue la noche para sentarte frente al monitor y contarle qué ha sido de tu
día, de esas horas en las que no has estado conectada a él…
Tú estás disfrutando simplemente de una linda amistad y no
te das cuenta de que sus sentimientos han cambiado hasta que él te dice que te ama… que ya no puede
vivir sin ti y que volará a tu encuentro… y te
quedas en una encrucijada porque para ti él es solamente un buen amigo, un
hermano a quien le has dado tu confianza.
Sabes que si le dices que no le miras con ojos de amor de pareja,
él se
alejará y te quedarás sin el amigo que ahora tienes, que
necesitas. Pero tampoco puedes mentirle, ni mucho menos fingir algo que en
realidad no sientes… no sabes qué hacer, no sabes qué decirle…
Es el momento de ser fuerte, de afrontar la
situación y de decirle que le quieres solamente como a un gran amigo, que es
especial para ti y que no le quieres perder. Necesitas decirle que a lo mejor la convivencia diaria
le ha hecho imaginar cosas que no son…
Este es un problema que se vive
a diario en Internet, un problema que surge cuando se entablan fuertes
relaciones de amistad con personas del sexo contrario. Y no es que no se pueda
tener ese tipo de amistad, pues a veces funciona muy bien. Pero la mayoría de las veces se te complica todo y terminas
enredada en una situación difícil, porque no quieres hacer daño a nadie.
Debemos vivir la realidad
con los pies bien puestos en la tierra y no ocasionar esta clase de conflictos,
porque a la larga podemos lastimar a quien más queremos. Tengamos mucho
cuidado con decir “te quiero” a una persona del sexo opuesto, porque le
podemos provocar un gran daño.
Es mejor dejar
las cosas claras desde un principio y no
permitir que se haga ilusiones. De esa manera tú no le tendrás que decir
esta amarga frase:
“Te quiero… sólo como mi
amigo.”