Podemos convencer a Dios por medio de la insistencia
"Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. ....Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él; diciendo: Hazme justicia de mi adversario.... Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo entre sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre. ...Sin embargo, porque esta viuda me es molesta (persistente) le haré justicia, no sea que (persevere) viniendo de continuo me agote la paciencia" (Lucas 18:2-5)
Este relato, nos muestra la gran importancia que tiene la perseverancia, ser insistentes, ser pesados. Hay que dar lata hasta que algo ocurra. Hay que insistir a Dios, hasta que nos de lo que Él tiene para nosotros. Yo te invito que a partir de hoy usted sea una persona perseverante, insistente, luchadora, que cuando las cosas no salen como usted piensa que Dios quiere, se atreva a luchar para convencer a Dios de que debe intervenir, ante los problemas matrimoniales, cuando tus hijos son rebeldes y no quieren nada con Dios...
Ha llegado el momento de que seamos como aquella viuda, insistentes, impertinentes. De modo que obtengamos lo que sabemos que Dios quiere hacer en y por nosotros.
UN CARIÑO GRANDE
PROSPE.
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