He 12,14
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.
En nuestra vida de fe es imprescindible que reine la paz con todos y que nuestras actitudes vayan dirigidas a conseguirla. La paz ha de ir dirigida en dos direcciones; la paz con Dios y la paz con el prójimo.
Jesús en la última cena dijo a sus discípulos: “la paz os dejo” (Jn 14,27) , paz que El mismo gano en la Cruz.
San Pablo dice: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Ro 1,5)
Si vivimos en paz con Dios debemos vivir en paz con los hombres pues el verdadero creyente ha de ser un pacificador. “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios (Mt 5,9).
Oremos para que el Señor nos ayude a que estos sean nuestros objetivos en una vida de fe y santidad para que por medio de nuestro testimonio muchos puedan llegar a los pies del Salvador.