La satisfacción y alegría más
grande
que puede un ser humano
sentir,
es esa bella sonrisa en los rostros
de las personas
a las que pudimos ayudar, o dar un
poco de felicidad
con nuestra compañía, nuestras
palabras, nuestro cariño.
Sé muy bien que de nosotros no
depende
la felicidad de los demás,
pero SÍ
podemos llevar
un vaso de felicidad
a los
demás!
Regala un poco de tu vida, de tu
tiempo,
de tus dones a los demás...
!
Cuando experimentes esa cercanía
con alguien que lo necesita,
sabrás que la felicidad está en
darse a los demás!