RECAUDANDO IMPUESTOS
Cuentan que en los tiempos de los últimos
reyes de Francia, antes de la Revolución Francesa, y durante el “Despotismo”,
donde el rey era “El Estado”, un súbdito que era el recaudador de impuestos, se
acercó a su rey con la nueva propuesta para aumentar la recaudación de
impuestos. En esta propuesta el recaudador proponía cobrar más impuestos ahora a
los ricos del reino.
Entonces el rey, muy complaciente y viendo
la ingenuidad de su subordinado le dijo: “NO, mi querido súbdito. A los ricos ya
no. Son mis amigos casi todos, y si los hacemos enojar ya no me van a invitar a
sus fiesta, francachelas, huateques, bautizos, bodorrios, etc. Y ya no me van a
sacar fotos en CARAS, QUIEN, HOLA, TVNOTAS,
MILENIO, EXCELSIOR, etc. Todos ellos y nosotros somos “gente bonita”, y
no les podemos hacer eso. Además ¿Cuántos ricos hay en el reino? ¿Cuánto más
podríamos recaudar? No, no , no. Eso ni pensarlo. Pero te lo agradezco y
perdono, no tienes el conocimiento que yo tengo, por algo eres un simple lacayo, en simple
proletario”.
El súbdito se fue, todo agüitado a hacer
una nueva propuesta. Y cuando se la presentó al rey este dijo: “¿A LOS POBRES?
NO mi querido súbdito, tampoco. A esos de dónde les podemos sacar impuestos. No
tienen ni para comer. Además muchos de ellos son pobres por flojos, por
ignorantes, por viciosos, etc. No con ellos no te metas. Déjalos como están. Así
viven contentos o tranquilos, sin ambiciones. Ni hay que alborotarlos, con su Coca-Cola familiar los tenemos
bien alimentados y contentos”
Entonces el subordinado ya todo
desorientado le preguntó al rey: “Entonces, su majestad, oriénteme ¿Qué me
sugiere usted para poder recaudar más impuestos para la
corona?”
Y el rey le dijo: “Cóbrales más a los de la
clase media, a los burgueses, a los profesionistas, a los comerciantes, a los
académicos, a los científicos, a los músicos, etc., etc.,
etc.”
Y el recaudador contestó: “Pero su
majestad, a ellos ya les estamos cobrando impuestos. A ellos son a los que
siempre les aumentamos los impuestos. Se nos van a
enojar”.
Y el rey le contestó también: “Es posible,
pero la clase media tiene algo que las otras clases no tienen, o que muy pocos
en ellas tienen. Tienen sueños y ambiciones. Y su mayor sueño es ser ricos algún
día. Y por lo mismo estudian y trabajan, y trabajan, y trabajan. Y sí, se van a
molestar por tener que pagar más impuestos, pero su sueño va a estar por sobre
su enojo, y por lo mismo van a seguir trabajando y trabajando y trabajando con
la ilusión de llegar a ser ricos un día. Pero tampoco nos conviene que lleguen a
ser ricos porque luego ¿Quién pagaría impuestos? Por esas razones a ellos es a
los que hay que APRETARLES Y APRETARLES
y cobrarles más
impuestos”.
El recaudador se quedó impresionado de la
sabiduría y agudeza mental de su majestad, y se fue a cobrar más impuestos a los
de la clase media.
Luego, con el tiempo estalló la revolución
francesa con el lema de “LIBERTAD, IGUALDAD Y
FRATERNIDAD.”