Extrañeza
Qué es esta extrañeza, esta lluvia incesante y desacostumbrada, este golpeteo en el corazón desnudo, este irse y venir en mis adentros, estas hojas que caen y caen y caen totalmente frías y descoloridas en mis tardes, qué es este silencio y este rumor simultáneo, esta necesidad de palparme y constatar que estoy en este mundo, que aún no he muerto, que tengo los dos brazos, las dos piernas, el cabello largo, la sonrisa fingida, los ojos y las largas pestañas, todo lo que me reafirma que estoy viva y que seguir adelante es inevitable, para ser y reconocerme, para averiguar qué he perdido en el camino, para poder sacar las cuentas correctamente, sumando y restando, restando y sumando, haciendo los cálculos como una contable que audita sus propios bienes y que luego de saberse entera y al mismo tiempo mutilada en su imaginario, se detiene en la oscuridad de su noche interna y se pregunta con angustia qué es esto que la desordena y la vuelve un mar embravecido, qué es eso que la hace temblar y la vuelve azul intenso, qué será lo que le crece adentro como una semilla que germina y entierra sus raíces en la carne adolorida, qué será lo que la hunde, la levanta, la sacude y al final de los días y las horas la deja vencida en medio de la nada.
11/20/2013
|