Mano a mano
Un famoso torero decide proponerle matrinomio a su enamorada. En la noche de bodas, el matador se desviste y la chica mira que éste tiene una pierna postiza. Segundos después de hacer el amor, el hombre le reclama:
"¡por, qué no me has dicho que no eres virgen!"
"¡Pues tú tampoco me has dicho que tienes una pierna de palo!"
"¡pues lo mio, ha sido de una cogida! en una toreada,"
"Ah, ¿y tú de que crees que fue lo mío, idiota?"
|