Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

aquinosreunimospersonaspositivas
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
  
 GENERAL 
 ENTRA AL CHAT 
 REFLEXIONES 
 POESIAS 
 ARTE, CULTURA Y CIENCIA 
 FORMATOS, FONDOS Y GIFS 
  
 LA ROCKOLA 
 MUSICA MIDI 
 HISTORIA MUSICAL 
 ANOTA TU CUMPLEAÑOS 
 ENTRETENIMIENTO 
 RISAS Y HUMOR 
  
 MEXICO 
 ARGENTINA 
 CHILE 
 VENEZUELA 
 ESPAÑA 
  
 CINE ONLINE 
 JUEGOS 
 SALUD 
 CUIDA TU SALUD 
 PRENSA EN EL MUNDO 
 INFORMATICA-Tutoriales 
 
 
  Herramientas
 
General: LA ATROZ EXPERIENCIA
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: LEO-MARI  (Mensaje original) Enviado: 02/07/2014 01:16

La atroz experiencia de estar del otro lado del mostrador

 Romina Soledad Giuffré

Como periodista cada día me toca cubrir al menos una decena de hechos policiales a nivel nacional y de las más variadas características. Desde un robo simple, hasta asesinatos múltiples. Quizás por los años de profesión, o tal vez porque uno se remite a escribir, hablar o fotografiar con la mera intensión de reflejar la verdad en el mayor detalle, nunca me detuve a pensar qué vivía la víctima ni como era el procedimiento post- hecho.

Este fin de semana me tocó estar del otro lado del mostrador.  En un hecho que por respeto a mi privacidad, por un lado, y porque ya es lo suficientemente conocido, prefiero no detallar, tanto mi mamá como yo fuimos privadas de la libertad y golpeadas por un hombre que ingresó abruptamente a nuestro domicilio. Fueron minutos de horror. No puedo decir a ciencia cierta si fueron cinco, diez, veinte minutos o una hora, pero sí, sé que fueron eternos.

Cuando la policía llegó, creí que lo peor había pasado, cuando en realidad apenas comenzaba. Quienes se hicieron presentes en el domicilio fueron brillantes en su trato, contención y forma de manejar la situación. Incluso, hasta tuvieron que tolerar las agresiones varias y golpes de parte del en ese momento aprehendido. El verdadero problema llegó después, cuando me indican, sin darme alternativa, que debo dirigirme a la seccional para brindar testimonio.

El hecho, que ocurrió entre las 19 y las 20.30, con mi arribo a la comisaría, se prolongó hasta las 5,30, en el cual pasé desde personas que ponían en dudas lo que había ocurrido, hasta un pedido de pericia psicológica para todos los implicados, incluyéndome, porque según los efectivos, es parte del procedimiento normal.

Tanto el personal de móviles policiales, como el de la Comisaría de la Mujer, se portaron de manera excelente, pero no así algunos miembros de la seccional de policía interviniente.

Cuando finalmente me permiten regresar a mi domicilio, el cual seguía sin las puertas correspondientes y con mi mamá sin recibir atención médica, pido que el caso se mantenga en reserva por mi exposición ante el ambiente periodístico y político.

Lo sorprendente, fue cuando esta mañana los medios más destacados de la ciudad estaban informando el hecho, pero totalmente exagerado, dado que en el parte primario –que no llegó a mi poder- indicaba que había existido un abuso sexual concreto y daban detalles que no existieron, además de datos específicos, como el nombre y apellido del agresor, dirección, etc.

Sabiendo que se avecinaba un nuevo problema, por el mal manejo de la información, preferí ocuparme primero de la salud de mi mamá, retirándome nuevamente de mi domicilio para llevarla a un centro asistencial, ya que producto de las agresiones tiene una costilla fisurada entre otros golpes.

Según me explican los vecinos cuando regresamos, alrededor de las 9.30 se acercó un móvil policial con los medios de comunicación al domicilio, y como no me encontraba en él, los efectivos comenzaron a apedrear la vivienda e incentivar a los medios a que tomen mayores detalles de la misma.

Uno nunca espera tener que pasar por las experiencias que a diario le toca cubrir. La invasión a la privacidad, el miedo, el imaginar lo que pudo suceder, los daños materiales que quedan en la vivienda, el sobresalto que permanece y se acrecienta con el paso de las horas, el alterarse ante el menor ruido corriente, son cosas que no pueden explicarse con palabras y que sólo se comprenden cuando uno las vive.

Recientemente, el periodista Baby Etchecopar dijo después de haber sufrido un muy violento asalto, que después de una situación semejante uno nunca vuelve a informar ni a vivir del mismo modo.   Y sí, a pesar de que para mí no hubo consecuencias tan graves como en el caso del comunicador conocido como “El ángel negro”, creo que ni la perspectiva ni la vivienda, ni la vida vuelven a ser las mismas.

Siempre me toca estar del lado de mi profesión. Dar a conocer, investigar, a veces hasta juzgar y otras, compartir bromas en común con el personal policial de diversas dependencias de algunos casos polémicos. Pero hoy, estoy del otro lado de la vereda: del que hay que tolerar la burocracia, las especulaciones, el manoseo, no sólo del agresor, sino de la justicia, y el sensacionalismo de algunos medios.

Quiero dedicar un punto aparte para gran parte de mis colegas, quienes al enterarse que las víctimas del hecho somos mi mamá y yo estuvieron no como profesionales, sino como amigos; a los efectivos que acudieron al llamado llegando a arriesgar su propia vida por defender la nuestra; al personal de la Comisaría de la Mujer, quien ofrece desde contención, hasta calidez humana; al comisario Barreto, quien desde que llegó a tomar contacto con la causa sólo se ocupó de trabajar en ella y aclarar las informaciones erróneas y a quienes siempre están en mi vida, y por supuesto, también lo hicieron esta vez: Luis María, Pablo, Ricardo, Mario, Gustavo, Marcela, Betiana, Florencia, a mis compañeras de colegio de la infancia, quienes desde que supieron, no dejan de llegarme mensajes de ellas preocupándose por lo sucedido, y a quienes se preocuparon y se comunicaron. A ellos, simplemente gracias, gracias y más gracias. Y por lo malo de la situación, sólo me resta decir que ahora tendré otra visión de las cosas, y que a pesar de todo, el sol siempre brillará.



Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: JuanJ Enviado: 02/07/2014 10:50
 
Esa experiencia amiga Leonor debe haberle pasado a mucha gente,
 sobretodo en nuestros paises donde la ley no vale un centavo ..
 
 
 

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: SCCHEREZADA Enviado: 02/07/2014 19:26
ESTA EXPERIENCIA SUCEDE CASI A DIARIO EN CASI TODAS LAS CIUDADES DEL MUNDO... UNA COPIA AL CARBON DE LO MISMO, POR LO MISMO...


GRACIAS COMADADRITA LEO... BASTANTE INTERESANTE EL ARTICULO... 


 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados