EL ORGULLO Y LA HUMILDAD
(2.003)
Dios siempre quiere educarnos, y nos enseña el camino que debemos seguir.
*****
Pero el hombre se sale de ese camino, que es el de la verdad y el bien, y comienza a recorrer el de la mentira y el mal, volviéndose altivo y soberbio. En el mundo actual crecieron los hombres hinchados de orgullo. Los verdaderos cristianos deben huir de ello.
Los orgullosos se consideran superiores a otros por su inteligencia, aspecto externo, abundancia de bienes materiales y posición social, mostrándose así, arrogantes y altaneros.
Dios no aprueba ésto, sino que le desagrada.
Jeremías 9:23, Así dijo Jehová:"no se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas".
Gálatas 6:3, "Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña".
*****
El orgullo es un pecado que con el tiempo va creciendo y fomentando el desprecio por los demás seres humanos inferiores en inteligencia, pobres de apariencia, humilde condición, y falto de dinero.
Dios castigó a muchos gobernantes engreídos y arrogantes, como Herodes Agripa, Nabucodonosor, el Faraón de Egipto, el rey de Tiro y otros más.
Es evidente pués que Jehová se opone a los altivos.
Los verdaderos cristianos debemos ser humildes como fué Cristo, pidámosle ayuda para que esa humildad crezca.
*****
Muchas veces Cristo enseñó a sus discípulos que fueran humildes, pero en la última cena, demostró su gran humildad, lavándole los pies. Al terminar les dijo:"Si yo, aunque soy Señor y Maestro les he lavado los pies a ustedes, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros". (Juan 13:14.)
Cristo se humilló convirtiéndose en un simple ser humano, para terminar muriendo en un madero de tormento., y muerte de cruz".
¿Podremos desarrollar nosotros tan inmensa humildad?
SÍ, aunque no es fácil, pero con fe y siguiendo el ejemplo de Cristo, podremos conseguirla.
*****
También hubo hombres que fueron humildes para servir a Dios, como el apóstol Pablo y Juán el Bautista.
Nunca hay que pretender ser el mejor, el que está por encima de los demás, el que sobresale, hay que ser sumamente humildes, rebajándonos voluntariamente hasta quedar muy pequeñitos, porque ahí está la verdadera grandeza, la que nace del corazón, y lo hace brillar de adentro hacia afuera, y entonces el hombre brillará con luz propia, porque aunque no lo creamos, es en la humildad cuando uno es GRANDE, y entonces seremos enaltecidos.
Mateo 23:12, "El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".
*****
¿Que eliges ser tú?
¿Orgulloso o Humilde?
Que la paz reine siempre entre los hombres.
LEONOR