A lo largo, parecian como cualquier marcha de caballos,
pero, al observar detenidamente parecìa que uno de ellos estaba ciego.
El dueño observandolos con un amigo le mencionaba, - un caballo es mas joven.
Eso ya es digno de admirar .
Si sigues observando oiràs el sonido de una campana en el cuello del joven y asi el caballo ciego puede saber donde va su compañero para estar junto a el..
Ambos pasan los dias pastando y, al final del dia, el caballo ciego sigue a
su compañero hasta el establo.
Puedes percibir que el caballo con la campana siempre mira al otro para esperar que lo alcanze. El caballo ciego guiado por el sonido de la campana confia que el otro lo esta llevando por el camino correcto.
Como el dueño de esos dos caballos, DIOS no se deshace de nosotros solo porque no somos perfectos, o porque tenemos problemas o desafios.
El cuida de nosotros y hace que otras personas vengan en nuestro auxílio,
cuando lo necesitamos.
Algunas veces, somos el caballo ciego, guiado por el sonido de la campana, de aquellos que DIOS coloca en nuestras vidas.
Otras veces, somos el caballo que guia, ayudando a otros a encontrar su camino.
Asì son los buenos amigos .
No necesitas verlos.... estàn alli .
Me gustò y se los envìo.
Mara