La Tragedia Payless Food Center
El 1 de marzo de 1997, Greg estaba en Bossier City, Louisiana, adonde habia viajado desde su casa en Kentucky para asistir a mi conferencia de dos dias sobre liderazgo.
Cuando la conferencia concluyo, abordo un avion y se dirigio a St. Louis en la primera etapa del viaje de regreso a su casa, pensando con entusiasmo en la forma de poner en accion el entrenamiento sobre liderazgo que habia recibido.
Cuando llego al aeropuerto en St. Louis para tomar su conexion a Lexington, se sorprendio al descubrir que su vuelo estaba atrasado debido al mal tiempo en Kentucky. Cuando la demora se transformo en la cancelacion del vuelo, Greg tuvo que quedarse a pasar la noche en St. Louis. En realidad, no le dio mucha importancia al percance. Estaba acostumbrado a viajar y sabia que tales situaciones suelen presentarse. A la manana siguiente, tomo el primer vuelo que lo saco de St. Louis.
Solo cuando aterrizo en Lexington se dio cuenta de la magnitud del problema causado por el mal tiempo.
Mientras conducia desde el aeropuerto rumbo al norte, hacia Cynthiana, empezo a ver los efectos de la lluvia torrencial que habia hecho que su vuelo fuera cancelado. Cuando supo que el rio Licking, que pasaba por Cynthiana se habia desbordado, empezo a preocuparse por su tienda. Se fue directamente hacia alla, esperando encontrarse con que todo estaba bien. La distancia de treinta millas se le hicieron una eternidad.
Cuando finalmente llego, encontro que toda el area estaba inundada. A doscientos metros de su tienda, pudo ver unicamente el techo y el letrero: PAYLESS FOOD CENTER. El resto estaba bajo agua.
Desmoralizado, se dirigio a su casa, pero ni siquiera pudo llegar cerca.
Durante tres dias vivio con su hermana en Lexington, esperando que el nivel del agua bajara y pensando que podria hacer. Llamo a su agente de seguro para descubrir que las cosas se ponian peor. Tenia todos los seguros imaginables, menos el de inundacion. El seguro no le servia de nada.
Entre esto y aquello, transcurrieron cinco dias hasta que pudo entrar a la tienda. Cuando abrio las puertas, se encontro con una devastacion total.
Ahi estaba, parado en medio de quinientos mil dolares en mercaderia y bienes totalmente destruidos. La caja registradora electronica estaba llena de agua sucia, y una camara frigorifica de quinientas libras donde acostumbraba tener las bolsas de hielo, habia sido alzada por el agua y lanzada sobre uno de los mesones de la tienda. Era la clase de situaciones que hace que cualquiera persona desee salir de alli, cerrar las puertas y no volver jamas.
«Hasta ese punto, no tenia salida», recuerda Greg. Al darse cuenta que la tragedia habia hecho fracasar su negocio, pudo haberse dado por derrotado.
«Pude haberme declarado en bancarrota, pero rehuse hacer eso. Fue en ese momento que recorde los principios sobre liderazgo que habia aprendido solo unos dias atras. No es lo que me suceda a mi, sino lo que sucede en mi. No es el tamano del problema, sino como manejo el problema. Cuando caigo, tengo que levantarme. Estaba decidido a superar esa experiencia».
Se aseguro que el edificio estuviera aun estructuralmente solido aunque el interior no sirviera para nada. Todo lo que habia adentro hubo que retirarlo, a mano.
Fue necesario hacer veintidos viajes de camion para limpiar completamente el interior de basura.
Fue necesario reemplazar todas las cajas registradoras. Hasta el piso hubo que ponerlo nuevo. Greg y su personal trabajaron incansablemente de la manana a la noche. Despues de una inversion de un millon de dolares, la tienda pudo ser abierta nuevamente y todo ocurrio en nada menos que en dieciseis milagrosos dias.
La tienda permanecio cerrada solo veintiun dias despues de la inundacion. (D.A)