LUCAS, 12:15
"Estad alerta y guardaos de toda avaricia; que no depende
la vida del hombre de la abundancia de los bienes que el posee"
Luego que Jesús dijo esto, refirió una parábola sobre un granjero
rico, que contento ante su fortuna quiso guardar sus bienes para
muchos años, beber, comer y alegrarse, sin pensar que esa
noche pudiera morir, y todo lo que había previsto, ¿de quien
seria? El error de éste hombre no fue que hizo planes para
el mañana, sino que sus planes no incluían a Dios.
Si no existiera él, guardar posesiones sería la única respuesta
apropiada para el día de mañana, que no sabemos que
ocurrirá. Pero Dios sí existe, y él no quiere que sus hijos confíen
en el dinero. No sigamos los pasos del granjero rico insensato
que tenía mucho dinero pero poco sabía sobre las cosas
espirituales. "Buscad primero el Reino de Dios y las demás
cosas os serán dadas por añadidura" (Mateo, 6:33)
No seamos arrogantes ante la acumulación de bienes
porque esos bienes no son nuestros, son de Dios.
En segundos podemos perder todo, la distancia entre
un rico y un pobre es solamente un paso.
Dios es el dueño de todas las cosas, y nos da cosas
buenas para que las disfrutemos.
Debemos acumular menos y compartir mas con el
que no tiene. Pensemos que nuestra riqueza no vino
solamente de nuestro trabajo, sino de la ayuda de Dios.
Por lo que hagamos el bien, seamos ricos en buenas obras.
LEONOR
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