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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: finamex  (Mensaje original) Enviado: 22/12/2014 00:53

¡Cuán triste es ver a hermanos que tienen la misma vida y una común esperanza porque tienen un mismo Salvador y Señor, injuriar gravemente, infamar de palabra y disputar uno con otro, en vez de vivir en paz y armonía, "habitar los hermanos todos juntos" (Salmo 133:1 -

¿DE DONDE VIENEN LAS CONTIENDAS?

Proverbios 13, 10


10 La insolencia sólo disputas proporciona; con los que admiten consejos está la sabiduría.

Aquel que se halla imbuido de su propia importancia y superioridad, defiende su propio punto de vista con gran empeño, y no acepta nunca confesar sus yerros; pues está persuadido de que no puede equivocarse. Nada tiene de esta humildad que nos lleva a estimar a nuestros hermanos como superiores a nosotros mismos; muy al contrario, obra "por contienda (o espíritu de competencia) o por vanagloria" (Filipenses 2:3).

Filipenses 2, 3-11

3 Nada hagáis por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como superiores a sí mismo,
4 buscando cada cual no su propio interés sino el de los demás.
5 Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo:
6 El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios.
7 Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre;
8 y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz.
9 Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre.
10 Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos,
11 y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre.

En aquel que obra " por contienda (o espíritu de competencia) o por vanagloria", no cabe el menor sentimiento de humildad, aunque hable - quizá - de ella. Tarde o temprano, semejante conducta producirá contiendas sin contar los amargos frutos que siempre llevan; y demuestra la carencia total de sabiduría, aquella sabiduría "que desciende de lo alto" y que " primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida".

Santiago 3, 13 – 18

13 ¿Hay entre vosotros quien tenga sabiduría o experiencia? Que muestre por su buena conducta las obras hechas con la dulzura de la sabiduría.
14 Pero si tenéis en vuestro corazón amarga envidia y espíritu de contienda, no os jactéis ni mintáis contra la verdad.
15 Tal sabiduría no desciende de lo alto, sino que es terrena, natural, demoníaca.
16 Pues donde existen envidias y espíritu de contienda, allí hay desconcierto y toda clase de maldad.
17 En cambio la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar, pura, además pacífica, complaciente, dócil, llena de compasión y buenos frutos, imparcial, sin hipocresía.
18 Frutos de justicia se siembran en la paz para los que procuran la paz.

En su epístola, el apóstol Santiago, empleando la misma palabra (Santiago 3: 14 y 16), se eleva también contra la envidia y la contienda entre hermanos, es decir el deseo de superar a los demás. El orgullo produce la contienda, y la contienda o las disputas suelen dar origen a la formación de partidos, o «bandos».

Proverbios 16 , 27-28

27 El hombre malvado trama el mal, tiene en los labios como un fuego ardiente.
28 El hombre perverso provoca querellas, el delator divide a los amigos.

Proverbios 26 , 22

22 Las palabras del delator son golosinas que bajan hasta el fondo de las entrañas.

El chismoso excita, por su actividad, las contiendas. ¡Cuánta perversidad - generalmente consciente - encierran las "palabras del chismoso"
(Proverbios 26:22). Él se las arregla para presentar las cosas bajo un aspecto tal, que lo bueno aparece como esencialmente malo. Y aún más: si no altera los hechos, no vacila un momento en desvelar lo que sería mejor callar. Tan funesta y culpable actividad suele tener lamentables resultados: allí donde había relaciones fraternales llenas de confianza mutua y de gozo, surgen la turbación y las contiendas, con sus tristes y dolorosas consecuencias.
La unidad del Espíritu ya no es conservada
, por haber sido roto "el vínculo de la paz" (Efesios 4: 1-3). La existencia de los bandos en la comunidad es la negación práctica de la verdad fundamental de la unidad del Cuerpo.

Efesios 4, 1-7

1 Os exhorto, pues, yo, preso por el Señor, a que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados,
2 con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros por amor,
3 poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz.
4 Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados.
5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
7 A cada uno de nosotros le ha sido concedido el favor divino a la medida de los dones de Cristo.

¿COMO SE DESARROLLAN LAS CONTIENDAS?

Una vez sembrada la discordia (Proverbios 16:28), el enemigo va a incrementar su actividad para que la simiente brote y crezca. Utiliza, para lograrlo, varios medios o procedimientos: el odio, la ira o la violencia, la altivez o soberbia.

a)
El odio. " El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas." (Proverbios 10:12).

Proverbios 10:12

12 El odio provoca discusiones, el amor cubre todas las faltas.

El creyente que, permaneciendo en la dependencia de Dios, no contesta a las actividades de la "carne" por medio de la misma, será capaz de ejercer una acción apaciguadora, obrando eficazmente para restablecer la paz. Pero si no le es posible intervenir con este espíritu, hará bien en obedecer lo que prescribe Proverbios 17:14: "El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas; Deja, pues, la contienda, antes que se enrede."

Proverbios 17,14

14 Entablar proceso es dar curso libre a las aguas; interrúmpelo antes de que se extienda.

Proverbios 28,25

25 El hombre ambicioso azuza querellas, el que confía en Yahveh prosperará.

Confiar en Dios es la misma expresión que la dependencia de Él: es reconocer la incapacidad propia y sentir la imperiosa necesidad de ser ayudado y guiado; es lo propio de la humildad, y en este camino nos promete que prosperaremos el Dios en quien no nos confiamos nunca en vano.

¿COMO SE APACIGUAN LAS CONTIENDAS?

Como hemos visto, "El amor cubre todas las faltas", y " el que tarda en airarse apacigua la rencilla." (Proverbios 10:12 y 15:18). Leemos, también, en Proverbios 26:20: "Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda"
. Cese de una vez la funesta actividad de los "chismosos", y seguidamente acabará la contienda de la misma manera que se apaga el fuego cuando ya no se alimenta.

Las contiendas que surgen entre hermanos, ¿no son el indicio de un malestar espiritual en unos y otros? ¿No es Dios quien las permite para que dicho estado sea manifestado y juzgado? Por lo tanto, lo esencial no es saber primero quién se equivoca y quién tiene razón, sino ante todo las almas
en la presencia de Dios y con sinceridad de corazon pedir su Sabiduria y Amor. Si se realiza esto, acabarán muy pronto las contiendas, y mientras no se haga, "no habrá paz".

Recordemos las palabras del Señor a sus discípulos: "Tened sal en vosotros mismos, y tened paz los unos con los otros" (Marcos 9:50). Ambas cosas van emparejadas, y la segunda depende de la primera. Viviremos en paz los unos con los otros si tenemos sal en nosotros, es decir, si realizamos en nuestros corazones una verdadera separación del mal (la sal es, en efecto, lo que preserva de la corrupción). Si no hay en nosotros esta separación interna, que forzosamente se manifestará exteriormente, tarde o temprano surgirán las discordias.

Marcos 9,50

50 Buena es la sal; mas si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y tened paz unos con otros.»

Dios desea que los hermanos habiten “todos juntos, en armonia y esto es bueno y dulce”.

Salmo 133, 1-3

1 Canción de las subidas. De David. ¡Oh, qué bueno, qué dulce habitar los hermanos todos juntos!
2 Como un ungüento fino en la cabeza, que baja por la barba, que baja por la barba de Aarón, hasta la orla de sus vestiduras.
3 Como el rocío del Hermón que baja por las alturas de Sión; allí Yahveh la bendición dispensa, la vida para siempre.


Envía tu Espiritu Señor y renovarás la faz de la tierra.


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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: TATIS-7 Enviado: 22/12/2014 15:21
 
 
 

Nada hagáis por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como superiores a sí mismo,
buscando cada cual no su propio interés sino el de los demás.

 

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Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: finamex Enviado: 23/12/2014 03:07
En 2a. de Corintios nos dice.
Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buen gana me gloriaré más bien  en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: JuanJ Enviado: 04/01/2015 11:34
 
Gracias Prospe.. Feliz domingo amiga ..
 
 
 
 
 


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