Una cubana acepta una invitación de unos amigos para visitar Italia.
En Roma, se da cuenta de que tiene posibilidades de ganarse algunos Euros antes de volver a Cuba, pero como para eso tiene que permanecer en
Italia unos meses más, decide enviarle un telegrama a su esposo, que espera por ella impaciente en La Habana. La cubana va a una
oficina de correos en Roma y pone el siguiente telegrama:
*P. P.P. P. P.P. P.*
Al otro lado del Atlántico su esposo lo recibe, lo lee y al otro día se llega a una oficina de correos en La Habana para responder a
su esposa.
Este es el mensaje que le manda:
*C. C. C. C. C. C . C. *
Pero el telegrafista de La Habana no pudo contener la curiosidad y le dijo altipo: Compañero, usted disculpe, pero los mensajes que usted y su esposa han intercambiado me causan cierta inquietud.
Y el hombre, que no quería meterse en problemas ni que lo acusaran de estar enviando mensajes al extranjero en clave secreta, le dice al telegrafista:
No se preocupe,compadre, el texto de los mensajes es muy sencillo de comprender. Verá usted,
* P.P. P. P. P. P. P.*... quiere decir
"Papi, Pasando Penurias Pido Permiso Para Putear ", a lo que yo respondí:
*C. C. C.C. C. C. C.*, que simplemente quiere decir:
"Cobra Caro Cuida Culito Con Cariño, Carlitos".