Un conductor de autobús de origen somalí llamado Mukhtar, trabaja en Dinamarca.
Es su cumpleaños, pero como es obvio, cumple con su ruta como cualquier otro día. Trabaja en la misma compañía desde hace muchos años y desde entonces ha hecho siempre la misma ruta.
Es querido por todos por su atención, y sobre todo la sonrisa que siempre se le ve en los labios. Muchas veces, cuando un pasajero no tenía dinero, le dejaba subir en su autobús y el pagaba el transporte.
Miren lo que la compañía y los pasajeros han preparado para él...
Hay actitudes que nos hacen mantener una luz de esperanza que el mundo puede cambiar