Al alba te contemplo,
desnudo, desprendido, solitario guerrero.
Mis brazos tienden a abrazarte,
en escudo y yelmo.
Tus hojas, alfombra de mis pies,
suavizan guijarros a mi paso.
Al llanto que atrae nuevos amores,
agua de vida tus lágrimas,
entrañas y raíces reverdecen,
Tu imagen dormida esconde tu belleza,
avanza primaveras,
como amores perdidos,
que en esperanza escondidos,
fieles esperan.
Oh sauce que a tu sombra,
cobijo mis calores, el amargo sabor
del árido verano,
aplaca mi pasión en nuevo aliento,
renovada vida, amor fugaz...
Árbol desnudo,
candado fiel de todos mis secretos.
Esto pasará, volverás a dulce sombra,
como pasan todos los inviernos,
de nuevo acogerás cadencias de vivir,
el cansancio, el hastío;
árbol nuevo, volverás de tu raíz
tu mismo, en el mismo suelo.
Manta traigo de mi piel para cubrirte,
en este crudo, largo invierno,
besos ardientes, fuego, abrazo amante