EL DIA DE LA IRA DEL DIOS TODOPODEROSO
"Cuando afile mi espada fulgurante y mi mano empuñe la justicia, me vengaré de mis enemigos
y daré su merecido a mis adversarios". (Deuterenomio, 32:41)
"Busquen al Señor, ustedes, todos los humildes de la tierra, los que ponen en práctica sus decretos. Busquen la justicia, busquen la humildad, tal vez así estarán protegidos en el Día de la ira del Señor". (Sofonías, 2:3)
En el corazón de los cristianos existe un fuerte rechazo a las guerras, sin embargo éstas existen, matando muchas vidas y destruyendo nuestro planeta.
Para que haya paz en el mundo, primero tiene que reinar la paz en el interior de los hombres, y éstos deben entender que no se debe tomar jamás un arma para matar a otro ser humano.
Cuántas guerras se pelearon en nombre de Dios, como sucedió en Las Cruzadas, provocando sufrimientos incalculables, y muertes sin sentido, ya que nuestro Padre Celestial jamás pidió eso.
Y no puedo dejar de mencionar la época de la Inquisición, que duró 600 años matando y torturando a verdaderos cristianos.
Es sabido que Satanás está detrás de toda ésta iniquidad, él es el que induce e incita al hombre a la maldad.
Pero llegará el día de la ira del Dios Todopoderoso, el de la última guerra en el Armagedón.
Ese día, Cristo y sus ángeles pelearán contra el Diablo y sus seguidores para restaurar la paz en la tierra, y le ganará precipitándolo al estanque de fuego y azufre, donde también la bestia y el falso profeta serán atormentados, día y noche por los siglos de los siglos.
"De su boca sale una espada afilada para herir con ella a los paganos; él los regirá con cetro de hierro; él pisa el lagar del vino de la furiosa cólera de Dios, el Todopoderoso". (Apocalipsis, 19:15)
Y con ésto se librará la última guerra, que en tantos años de la historia la fueron tiñendo de sangre, pero después de eso, los cristianos la iremos limpiando con amor y justicia bajo el reinado de Cristo, Rey de Reyes. Nombre sobre todo nombre y Señor de Señores.
Aquellos que se bautizaron para el perdón de los pecados y recibir el don del espíritu santo de Dios, y caminaron con Cristo por el camino estrecho siguiendo su doctrina, no tendrán sobre su cabeza la ira de Dios, sino que heredarán su reino, pasando a pertenecer a la familia celestial.
"Mia es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor"
Y otra vez: el Señor juzgará a su pueblo.
¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
(Hebreos, 10: 30-31)
LEONOR