HIMNO DE LA NOCHE SERENA
(Salmos, 8)
¡Oh Señor, Señor nuestro, cuan admirable es tu nombre
por lo ancho de la tierra! ¡Tu gloria por encima de los cielos levantaste!
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las
estrellas que fijaste.
¿Qué es el hombre me digo, para que de él te acuerdes?
¿Qué es el hijo del hombre que de él cuidas?
Poco menos lo has hecho que los ángeles y de gloria
y honor lo has coronado.
Tu le has dado poder sobre las obras de tus manos;
todo bajo sus pies lo has sometido.
Las ovejas y bueyes todos, y además las fieras de los campos.
Las aves de los cielos y los peces de los mares, cuando
las sendas recorre de los mares.
¡Oh Señor, Señor nuestro, cuan admirable es tu nombre
por lo ancho de la tierra!
Te ensalzaré, Señor, con mi alma toda;
Todas tus maravillas cantar quiero.
En ti me alegraré, en ti pondré mi regocijo.
Un himno entonaré a tu nombre, Altísimo.