Apretados entre sus brazos y condenados en su universo sus besos apasionados los recorren por completo y amándose, con cada poro de sus cuerpos agitándose en ese mar que los va quemando por dentro dejándose llevar por el vaivén de las olas y saciar ese deseo.
Se embriagan de pasión, un momento compartido, donde ese mar embravecido y el ocaso, han sido testigos de su entrega apasionada sofocados en cada mirada como si el mundo ya... se acabara y sin hacer ni decir no quieren dejar nada haciéndose uno solo en una locura entregada.