La albahaca se usa para tratar calambres (retorcijones) intestinales, vómito fiebres, resfríos, influenza, dolores de cabeza, tos convulsiva y dolores menstruales. También para reducir la acidez estomacal, haciéndola una parte valiosa de cualquier tratamiento para ulceras y para cualquier receta que lleve tomates para aquellos con estómagos sensibles. En forma externa puede ser usada para mordeduras de insectos, para sacar los venenos. Ha sido usada en países para eliminar los gusanos de los intestinos y el aceite de hojas de albahaca se aplica directamente a la piel para tratar el acné.
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