¡MARACAIBO MIA
Por que yo te canto desde que el destello
Primero del alba sube monte arriba,
Al viejo”Empañado”,que monta un camello, La testa le bruñe, le dora la giba;
Porque yo te canto cuando el foco bello
Del sol en la altura sus llamas aviva,
Y allá me figura fantástico sello
Que sella del cielo la vasta misiva:
Porque yo te canto cuando el disco rojo
Del astro poniente reproduce el ojo
De algún Polifemo, sobre ápices zarcos:…
Porque yo te canto diciéndote “mía”;
Me ladra y me muerde la burda ironía,
Los canes hidrófobos de los Aristarcos.
¡Que ladre! Muerdan…!
Mientras los palmares
De insomnes penachos que orillan tu Laguna,
Sean a mis ojos así como una Falange de indios que celan sus lares…
y finjan tus sombras nocturno manglares;
Y un arco guajiro tu menguante luna,
Que clava en los flancos de la noche bruna
Las flechas de oro de tus luminares…
Mientras que tus islas, que oyeron mis loas,
Me acuerdan los rudos chozos primitivos
De mara y aliles.
Moporos y toas ,
Y de su vernácula vital sinfonía
Aves, auras, frondas…me brinden motivos:
Yo te diré “mía”, Maracaibo mía.
“MIA, cuando evocas tus hombres de gesta
Cuando sus exámetro vibran tus cantores,
Y en labios y plumas, sin ruines temores,
Brasa de Isaías, arde tu protesta.
“Mía cuando tiendes la mano, dispuesta
A vendar heridas, a calmar dolores,
A empuñar la esteva de los labradores
O el hacha que abre la inculta floresta.
Cuando amparas niños, viejos y mujeres,
Y cual hormiguero bullen tus talleres,
Y hay en tus escuelas sol y greguería.
“Mía”, cuando ríes, “mía”, cuando oras,… “mía”, a todas horas, Maracaibo mía
¡Cuna de mis padres y de mis abuelos,
Cuna de mi Ida, para siempre ida,
Cuna de mi prole, y en donde mi vida
Se abrió como un cáliz al sol de tus cielos!
En ti han frutecido todos mis anhelos,
Tú has sido en mis luchas mi escudo y mi égida,
Diste a mis victorias láurea florecida
Y a mis desventuras ceñiste asfódelos.
Mis aves de ensueños colgaron sus nidos
En tus rosaleda, y duermen en calma
Bajo tus cipreses mis muertos queridos.
¡Que ladre y que muerda la tropa jauría,
Mientras yo te llamo con voces del alma, “mía”, a boca llena,
Maracaibo mía m