Del latín vulgsris, vulgar es alguien
o algo perteneciente o relativo al vulgo (el común de la gente popular).
El concepto hace referencia a aquello que es impropio de personas cultas o de buena refucaciòn . Por ejemplo: “El jugador
hizo un gesto vulgar a la tribuna cuando fue reemplazado por su entrenador”,
“La estrella pop volvió a demostrar que es una persona vulgar al mostrarse
sin ropa interior en público”, “No hay nada más vulgar que masticar con
la boca abierta”.
Las denominadas palabrotas,
malas palabras o groserías forman parte de la vulgaridad. La
aceptación social de cada palabra es cultural y sólo puede entenderse en el
marco de una sociedad determinada. Esto
quiere decir que hay términos que son ofensivos para un pueblo e inocuos para
otros.
El lenguaje vulgar,
de todas formas, trasciende a las malas palabras. Una persona puede hablar de
forma vulgar sin utilizar improperios. Si una persona le dice a un anciano “camina
más rápido, viejo, que estoy apurado” está siendo vulgar e irrespetuoso aún
cuando no utilice palabrotas.
Esto daría lugar a que en
muchas ocasiones el lenguaje vulgar se convierta en soez al utilizar sus
palabras para proferir improperios e insultos a otras personas. En concreto, en
este sentido lo habitual es emplear palabras que puedan herir al receptor al
referirse a su raza, nacionalidad, orientación sexual o capacidad intelectual,
entre otras .
Lo vulgar también está
vinculado a expresiones que atentan contra aquello que se considera sagrado
o que se involucran con temas que son tabú (como el sexo).
Por otra parte, existen
gestos (levantar el dedo medio hacia otra persona), actitudes (hurgarse la
nariz) y hasta vestimentas (que no cubren las partes íntimas) que hacen que una
persona sea considerada vulgar.
que tengan un buen día, que DIOS les bendiga tanto como a mi.
con todo mi cariño
prospe.