Muy querida e imperial Scchere, ¡¡ qué maja eres !!
Con esta palabra 'maja' te estoy diciendo ¡¡ qué guapa eres,
qué hermosa, qué dulce, qué amable, atenta, linda, educada,
atractiva, bonita, elegante, buena, bondadosa, simpática, cor-
dial, gentil, encantadora, guapetona ..... !!
No, amiga mía, no me he sacado la lotería, no me ha tocado, no
me ha caído la lotería.
Desde hace más de 20 años juego en la lotería con los MISMOS
seis números en los dos sorteos que hay a la semana. No hay mane-
ra, no hay modo de acertar más de tres números, nunca he llegado
a dar con 4. El premio grande, el premio gordo se tiene cuando sa-
len los 6 que tiene quien juega.
Vamos, que no hay manera .... creo, me parece que puede estar
bien dicha aquí la forma mexicana de ¡¡¡ NI MODO !!!
Aguaíto debe de ser diminutivo de aguado.
Creo que ya sé qué decís los mexicanos - y también otros americanos
más - con esta palabra del agua, con AGUADO.
Podría ser lo mismo o muy senejante a cansado, fatigado, agotado, sin
vigor, sin energía, desanimado, decaído, apático ... ¿Así es, verdad?
En España se usa a veces el verbo 'aguachinar'; con lo cual podríamos
decir que aguado y aguachinado indicarían lo mismo.
Querida amiga de Monterrey, porfi/porfa, acompaña, acaricia y mima a
Firuláis, juega con él, hazle correr, corretear y que se gire sobre sí mis-
mo, que salte, ladre alegre, vuelva hasta ti para a continuación marcharse
y repetir otra vez más sus diversiones y maniobras. Os estoy viendo desde
aquí, leonesa, y sé que pasas un rato agradable paseando con el pequeño y
el muy majo Firuláis.
Mi apreciadísima Magna Dama, te voy a pedir un favor.
Si por uno o por otro motivo te toca ir a la sede de los Cuerpos de Orden
y de Seguridad del Área Metropolitana de Monterrey, Nuevo León, saluda
de mi parte al Comandante Pérez. Dile que a pesar del tiempo transcurrido
desde la fecha de autos y tantos meses sin volver a verlo, quiero que sepa
una vez más que guardo hacia él un acendrado sentimiento de gratitud; dile
también que no he olvidado y que continúo agradeciéndole la caballerosidad
que, en todo momento, mostró conmigo cuando las primeras luces del alba
comenzaban a iluminar el nacimiento de un domingo de abril.
Mira, mi maja de Monterrey, mi amiga del alma, siempre te digo las mismas
cosas o parecidas. He vuelto a repetirte la historia de aquella noche que pu-
do haber sido y no fue ...
Sin embargo, pienso que entre tú y yo puede abrirse un extenso y nuevo ho-
rizonte .........
Muacsss.